La confesión de Ana Julia Quezada sobre el asesinato del pequeño Gabriel Cruz se ha producido el mismo día en que se ha celebrado el funeral del niño, una multitudinaria y emotiva ceremonia que ha sido el último adiós al 'pescaíto', como le llamaba su madre, Patricia Ramírez. Ante el millar de personas que se han concentrado frente a la catedral de Almería, Ramírez ha vuelto a pedir a la sociedad y los medios de comunicación que "olviden a la bruja", en alusión a la asesina confesa del niño, y ha pedido recordar al pequeño con la canción 'Girasoles' de Rozalén.
La desaparición de Gabriel Cruz conmovió a toda la sociedad, que durante 12 días vivió pendiente de las tareas de búsqueda, que culminaron el pasado domingo cuando la Guardia Civil detuvo a Ana Julia Quezada, pareja de Ángel Cruz, padre del pequeño.
Ana Julia, que había participado en las labores de búsqueda y llegó a pedir que les devolvieran al pequeño, fue detenida cuando trasportaba el cuerpo sin vida del niño tras sacarlo de un pozo donde lo tenía escondido, en una finca de la zona.
Dos días después de su detención, la detenida habría optado por colaborar con la investigación, según ha manifestado su abogada de oficio. Ana Julia Quezada se ha derrumbado durante el interrogatorio y ha admitido ante los agentes que mató a Gabriel asestándole un golpe con la parte roma de un hacha durante una discusión, según anticipaba 'El Mundo'.
Los agentes de la Guardia Civil van a efectuar una reconstrucción de los hechos con la acusada, ya que según sostiene este diario, dudan de la versión ofrecida por la detenida.
Su confesión llega también después de que la autopsia confirmara que Gabriel murió el mismo día de su desaparición, el 27 de febrero, y que falleció por estrangulamiento.
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