Análisis de la personalidad de Ana Julia Quezada: así es y así siente una psicópata integrada en la sociedad

En primer lugar, desde Psicología Velázquez, queremos ofrecer nuestro apoyo y cariño a los padres de Gabriel, Patricia y Ángel. Se han convertido en un ejemplo a seguir en la población y su sensibilidad, empatía y su fuerza han dejado huella en toda persona.

Por otro lado, y basándonos en lo acontecido, debemos hacer un análisis sobre la posible personalidad de la que supuestamente ha cometido el crimen: Ana Julia Quezada. Tras observar las imágenes, se puede percibir, a primera vista, a la asesina confesa junto a la familia mostrándole su cariño y afectación, así como abrazándoles y llorando.

Si ahondamos y analizamos su comportamiento podríamos decir que presenta un perfil muy particular, pudiendo caracterizarla como una psicópata integrada en la sociedad.

Este tipo de personas tienden a ser un parásito social. Esto quiere decir que escoge a una persona determinada y se adhiere a ella, perjudicándola y obteniendo injustos beneficios de manera reñida con la ética y la moral.

Asimismo, presenta una gran capacidad para detectar personas vulnerables, ya sea por el fallecimiento de alguien muy próximo o cualquier cuestión por la que se sientan sensibles y de ese modo pueda vincularse y hacer ver a la víctima que sin ella, no podría estar.

Eligen a este tipo de personas vulnerables porque se encuentran en una época débil emocionalmente y les es más fácil exprimirles y destrozarles psicológicamente y físicamente, si así es necesario. Podríamos decir que este tipo de personas se comportan como lobos en busca de personas vulnerables.

Los psicópatas integrados siempre tiene un mismo objetivo: su beneficio personal. Si en este sentido alguien intenta interceder y frustrar su deseo no dudaran y les eliminarán. Este tipo de actitudes y comportamientos definen a una persona fría, calculadora, no empática, llegando a ser plana emocionalmente y afectivamente. Esto explicaría una de las posibles hipótesis del caso de Gabriel, por el que la supuesta asesina desease irse a su país con el padre de Gabriel.

Además, este tipo de personas mantiene ausencia de emociones, por lo que esta ausencia provoca que se aburra de manera continua y tenga como único disfrute el hacer daño al ajeno. Este hecho hace que, de manera continua, busque incesantemente provocar daño en personas, y de ese modo, sentir emociones gratas para sí.

Sus actos no generan nunca remordimiento de conciencia, ni pena, ni ansiedad y además miente continuamente. En el caso de Ana Julia se ha mostrado con un encanto superficial con el que pretendía mantener una relación armoniosa con todos, con el objetivo de no levantar sospechas entre los investigadores.

El psicópata mantiene conservada su capacidad de juicio, su capacidad de hacer y de entender, son conscientes de lo que está bien aceptado y lo que no lo está. Aun así, no existen límites en su conducta.

Para finalizar, podemos decir que Gabriel ha ganado, aunque a un precio muy alto y ha vencido a la bruja del cuento.