Por sorpresa para todos, la Fiscalía pedía ayer al Tribunal Supremo la libertad bajo fianza de 100.000 euros para el exconseller de Interior Joaquim Forn, por orden expresa del fiscal general del Estado, Julián Sánchez Melgar y en contra del criterio del fiscal del Supremo.
El fiscal Fidel Cadena alegó que seguía "instrucciones directas" de la Fiscalía General del Estado y, al respecto, invocó el artículo 25 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, por el que acata "por imperativo legal" la orden de Sánchez Melgar. El segundo motivo alegado por la Fiscalía es que Forn renunció en enero al acta de diputado "como muestra de su intención manifiesta del cese de su actividad política y, con ello, nulo impacto del riesgo de reiteración delictiva".
Ésa es la razón que parece haber detrás de esta decisión y del posible futuro positivo para Jordi Sànchez, que también anunció, a través de su abogado, que renuncia al acta de diputado y su retirada de la política. ¿Hay detrás de todo ello un pacto para que los presos den un paso a un lado y se retiren de la actividad política independentista a cambio de su libertad? Las malas lenguas, atando cabos, apuntan a ello.
En la prensa no pueden creer lo sucedido ayer. El diario ABC titula: "El fiscal general impone a sus subordinados la libertad de Forn". Según LA VANGUARDIA: "La Fiscalía General impone a la del Supremo su criterio sobre el futuro del exconseller. EL PERIÓDICO incide en que el Ministerio Público se opuso hace 9 días, pero ahora encuentra razones humanitarias. LA RAZÓN subraya: "Forn, a las puertas de la libertad, tras un 'giro radical' del fiscal".
Igual de sorprendente fue ver que Jordi Sànchez haya pasado de candidato a la presidencia de la Generalitat a la retirada. Declaró ante el Supremo que está dispuesto a renunciar a su escaño e incluso a dejar la política para salir en libertad. El portavoz de dicha formación, Eduard Pujol, confirmó este anuncio tras la celebración de la vista celebrada en el Alto Tribunal, con el fin de estudiar el recurso de Sànchez contra la prisión preventiva.
El abogado de Sànchez, Jordi Pina, dijo al Supremo que su defendido estaría dispuesto a renunciar a su acta de diputado, o incluso a más aspiraciones políticas, si fuera necesario para no seguir en prisión preventiva. El letrado argumentó que Jordi Sànchez nunca había estado en política, sino en la docencia, a la que podría volver, y que lo quiere es salir en libertad y abrazar a sus hijas. Una victoria por agotamiento del sistema judicial y de los planes del Gobierno central contra el sector independentista.
Y ahora... ¿Turull?
Agotando candidatos, estando Carles Puigdemont en el exilio voluntario y Sànchez con intención de hacerse a un lado, sólo queda ya pensar en un tercer aspirante. La ex consellera de Agricultura y dirigente de ERC Meritxell Serret, habló de más y se le escapó en TV3 que JxCat ya les había propuesto a Jordi Turull como candidato alternativo a la investidura.
Pronto se lanzaban a desmentirla desde JxCat, la marca electoral de Puigdemont, asegurando que Sànchez seguía siendo su candidato a president. Serret había hablado de más y ella misma corregía sus palabras en Twitter. Pero ya era tarde: el plan C, conocido hace unas semanas, se activa.
Hay que recordar que Turull tampoco es una alternativa 'limpia': el ex conseller de presidencia estuvo en prisión junto a Raül Romeva, Carles Mundó y Josep Rull imputado por malversación, rebelión y sedición y está en libertad bajo fianza, pero pendiente de juicio.
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