Acaba de conocerse la fecha de las próximas elecciones al Parlamento Europeo, que se celebrarán en Europa entre el 23 y el 26 de mayo de 2019, y este último día en España. Esa fue la primera noticia que nos daba esta mañana el Portavoz del Parlamento Europeo Jaume Duch en un desayuno celebrado en el Casino de Madrid y organizado por el Foro de la Nueva Comunicación Nueva Economía Fórum, bajo el patrocinio de Vodafone.
Nacido en Barcelona en 1962 Jaume Duch Guillot es desde febrero de 2017 el portavoz y Director General de Comunicación del Parlamento Europeo, cargo que asumió tras más de una década como Director de Medios de Comunicación de dicha institución y acaba de ser distinguido en nuestro país con la Encomienda de la orden de Isabel la Católica.
Con gran bagaje y conocimiento se presentaba en esta mañana de 21 de marzo de 2018 para realizar una exposición sobre la situación en la que se encuentra la Unión Europea y subrayar la próxima fecha de las elecciones europeas como acontecimiento relevante, del que depende el futuro de la Unión Europea en un momento crucial de su historia en el que superados, en gran medida, situaciones tan complejas como la “multicrisis”, crisis económica y financiera, un contexto internacional adverso, un Brexit que debilita a la Unión.
Sin embargo el eurobarómetro manifiesta que los ciudadanos están recuperando la confianza en la Unión Europea, concretamente los españoles en un 71%, que existe un apoyo al euro sólido, un crecimiento de la eurozona por encima de los Estados Unidos y la convicción de que la Unión Europea es necesaria en seguridad, terrorismo, crecimiento, empleo, acceso a la energía y no contaminación.
Presentaba la intervención de Jaume Duch, el Ministro español de Educación Iñigo Méndez de Vigo, personalidad de gran prestigio en el escenario europeo, cuya labor en la Convención para la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea y en la Convención del Tratado Constitucional, le permite mantener su impronta y reconocimiento, y así lo señalaría el Conferenciante en presencia de salón lleno de empresarios, diplomáticos y expertos acompañados de representantes europeos, entre otros, los expresidentes del Parlamento Europeo, Enrique Barón y José María Gil Robles.
Iñigo Méndez de Vigo realizó un recorrido histórico del Parlamento Europeo, desde ser una Cámara meramente consultiva que los americanos denominaban jocosamente “Mickey Mouse” a constituir en la actualidad un Parlamento con verdaderos poderes decisorios. De hecho, el propio Parlamento tiene voz y voto en la aprobación del futuro Marco Financiero Plurianual 2021-2027, subrayando que hoy se podía hablar de la Unión Europea con un moderado optimismo y recordó la virtualidad del esfuerzo anterior en el que él mismo había participado, la Convención Europea cuyo contenido esencialmente pasaría al Tratado de Lisboa y de éste a los Tratados actualmente vigentes.
Retomando aquellas palabras el Portavoz del Parlamento Europeo comenzaría su intervención recordando las horas más bajas causadas por la referida “policrisis”, que condujo a la Unión Europea por una pendiente peligrosa, debilitando el proyecto de integración, la inestabilidad internacional, la crisis de Siria, las nuevas tensiones Este-Oeste, la elección de Donald Trump, los populismos y sus manifestaciones euroescépticas y, por último, el Brexit, concluyendo que por mucho menos han caído Países y han caído Imperios.
Sin embargo, manifestaría que las tendencias negativas se están revirtiendo, que el efecto dominó del Brexit no se ha producido y los países europeos están más unidos que nunca. Más bien se puede pensar en una vacuna que en los efectos de una enfermedad mortal. Ante lo cual se preguntaría ¿si podemos hablar de una Primavera Europea?, destacando, el buen efecto de una coalición de gobierno en Alemania.
En su opinión la Unión Europea está superando su momento más delicado, ni ha muerto como pronosticaban sobre todo algunos medios británicos, ni ha desaparecido la moneda única. Pero no es menos cierto que hay que “tapar las goteras” y afrontar una nueva estrategia de acción y de comunicación. El futuro de la Unión Europea se va a ver ahora, antes aún de las elecciones de 2019 en la negociación que ahora comienza en Bruselas del Marco Financiero Plurianual 2021-2027, que será una batalla muy dura, de cuyo resultado depende el futuro.
No son demasiado ambiciosas las propuestas, si fundamentalmente se trata de contribuir pasando del 1,1% al 1,3% del PIB de los Estados miembros. El Presupuesto de la Unión es de 145.000 millones de euros, lo que supone 240 euros habitante/año. Un 1% de la riqueza que genera la Unión Europea es un presupuesto que en gran medida vuelve a reintegrarse en los Estados, en políticas públicas y solo el 5% es gasto administrativo. Ese incremento viene exigido por una mayor necesidad de apoyar cohesión, emigración, defensa, empleo, movilidad juvenil, cambio climático, investigación, etc, y además, tapar el agujero que deja la salida de Reino Unido consistente en unos 10.000 a 12.000 millones de euros anuales. Afrontar esto exigirá nuevas fuentes de ingresos, ahora se habla de un impuesto del 3% a las grandes empresas digitales.
Jaume Duch llamaría la atención sobre las próximas elecciones europeas, de 2019, que considera momento decisivo porque el Parlamento Europeo es el verdadero caballo de batalla entre los partidarios de la integración y los euroescépticos. Pero es consciente que la verdadera palabra la tienen las personas y, consecuentemente, el desarrollo de la conciencia europea entre los ciudadanos de la Unión, recordando la frase de Habermas “El desarrollo de la conciencia Europea es menos rápido que el de los hechos”.
Europa va a ser la Región más envejecida del Planeta, pero todavía tiene el 26% del PIB mundial. Es urgente que los ciudadanos de la Unión asuman su condición de ser ciudadanos europeos.
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