La CUP frustra la esperpéntica investidura de Turull

4 abstenciones 4. Suficientes para manifestar la ruptura de la CUP con el soberanismo oficialista de Junts per Cat y Esquerra Republicana y frustrar los planes de investir al plan C, Jordi Turull, candidato tras Carles Puigdemont y Jordi Sànchez, uno huido en Bélgica y el otro preso en Estremera.

Una vez hechos oficiales los votos tras el recuento, el presidente del Parlament, Roger Torrent, anunciaba que se reanudaría el debate de investidura pasadas 48 horas, a partir de las 10 de la mañana de este sábado 24.

Pero, antes, Turull tiene que comparecer este viernes ante el juez Pablo Llarena en el Tribunal Supremo por el procés. Además, sorpresa de última hora: 3 diputadas de ERC, Marta Rovira, Carme Forcadell y Dolors Bassa, citadas también en el Supremo, renuncian a sus escaños.

Rovira ha pasado de ser una pieza clave e incluso candidata a presidenta a irse a la reserva. Forcadell, ex presidenta del Parlament durante los tiempos más difíciles, consuma así su retirada ya parcial desde que comenzara el proceso judicial.

Un discurso gris

El candidato, Turull, en su discurs, había dicho que asumía el encargo con "todas las consecuencias" y que tiene la mano tendida para el diálogo con el Gobierno o el jefe del Estado. Su discurso ante el Parlament lo ha encaminado hacia los sentimientos nacionalistas, si bien su opción real de cara a la presidencia de la Generalitat está abocada al fracaso después de que la CUP haya decidido abstenerse en la votación.

"Asumo el encargo con todas las consecuencias. Más allá de nuestras circunstancias personales, son horas graves para el país. Y, por eso, quiero enviar un mensaje de paz, diálogo y fraternidad. Y también de confianza, responsabilidad y esperanza", manifestó Jordi Turull ante el Parlament en la sesión del debate de investidura. "Prefiero el riesgo a ser víctima de injusticias, que desentenderme de un momento como el actual", aseguró.

El candidato de JxCAT, si bien no conseguirá pasar el trámite de la votación por la anunciada abstención de la CUP, se ha dirigido a la cámara con unas palabras enmarcadas en el futuro del procés secesionista. "Los catalanes actuamos de acuerdo con los valores que nos han configurado como pueblo, que nos definen como nación. Hoy les pido la confianza para seguir construyendo un país más justo, más solidario y más libre", aseguró Turull.

"Los catalanes somos gente de paz", insistió Turull rechazando así las bases violentas del delito de rebelión por el está imputado y que podría llevarle a la cárcel este mismo viernes tras comparecer ante el Tribunal Supremo. "Como candidato en esta investidura, no me he sentido más orgulloso del pueblo de Cataluña que durante la jornada del 1 de octubre. Porque cuando un pueblo hace de la paz su bandera es un pueblo que nunca nadie lo podrá vencer", añadió.

Turull mantuvo una actitud serena tratando de lanzar en todo momento un mensaje de tranquilidad sin exabruptos. No pronunció ni una sola vez las palabras 'independencia' o 'república' a lo largo de la hora que duró su discurso.

"Nos necesitamos todos para conseguir un país para todos, esforzándonos cada vez más", reflexionó ante la cámara como llamamiento a la unidad del independentismo, después de haber tenido unas palabras también para los ausentes, huidos fuera del país o en prisión provisional, y en especial agradeciendo el "sacrificio" de sus antecesores como candidatos, Carles Puigdemont y Jordi Sànchez.

Aseguró que su principal objetivo es garantizar un futuro "limpio y brillante", fuera de las "grapas" del 155. Para ello, Turull prometió tener la "mano tendida" al diálogo. "Por nosostros que no quede", dijo, y prometió estar ahí "a la mínima respuesta por parte del jefe del Estado o del Gobierno de España".

Turull aseguró que estamos ante una hora "gris" y reclamó que todos los implicados respeten los resultados democráticos.