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Las películas de Quentin Tarantino, de peor a mejor
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Las películas de Quentin Tarantino, de peor a mejor

martes 27 de marzo de 2018, 10:28h
Quentin Tarantino es uno de los directores más polémicos y populares de los últimos 30 años. Su irrupción en el panorama cinematográfico de los 90 con ‘Reservoir Dogs’ y ‘Pulp Fiction’ le convirtió en el director más imitado de la década. Sus películas han pasado a formar parte de la cultura popular y ahora las repasamos una a una para celebrar su 55 cumpleaños. (Solo he elegido las firmadas por él en solitario, lo que deja fuera colaboraciones como ‘Four Rooms’ y ‘Sin City’)

Grindhouse (Death Proof) (2007)

En 2007, Quentin Tarantino se juntó con su 'amiguete' Robert Rodríguez, uno de los muchos seguidores del cine de Tarantino que habían surgido con los años. La pasión de ambos por el cine de serie Z y de los auto cines les llevó a 'Grindhouse' un proyecto en el que ambos dirigirían una película independiente para proyectarla en sesión doble. ‘Death Proof’, la dirigida por Tarantino, resultó un tonto homenaje a la serie Z, en el que Tarantino parece disfrutar auto parodiándose o auto homenajeándose, según se quiera ver. Nadie duda de que Tarantino haya disfrutado rodándola, otra cosa es que sea la única película del director que me parece un suspenso claro.

Los odiosos ocho (2015)

Quentin Tarantino vuelve al Oeste con 'Los odiosos ocho'. Su western nada tiene que ver con el de John Ford o Howard Hawks, y aunque algo más hay de Sergio Leone, no en vano el italiano es una de las principales referencias del director de 'Pulp fiction', 'Los odiosos ocho' es puro Tarantino. Quizás hasta en exceso. Partiendo de una idea parecida a 'La diligencia' de John Ford, varios personajes antagónicos reunidos en un espacio reducido, lo que entrega Tarantino termina convirtiéndose en una especie de 'Reservoir dogs' en el mundo de 'Django desencadenado'. Como ocurría con ésta y 'Malditos bastardos' en 'Los odiosos ocho' hay grandes momentos mezclados con otros que no lo son tanto. Una vez más la resolución de la película, como le pasaba a las dos películas antes mencionadas, no está a la altura del resto del metraje. Tarantino vuelve a pecar de un exceso de violencia y a alargar una película que tiene una primera hora y media magistral.

Jackie Brown (1997)

'Jackie Brown' fue un pequeño fracaso comercial para Quentin. La violencia descarnada de sus dos primeras películas quedaba en un segundo plano para dar paso a un estupendo thriller de aire setentero. Pero como dijimos la gente no esperaba eso de Tarantino, después de dos hitos como ‘Reservoir Dogs’ y ‘Pulp Fiction’ en su momento pareció un pequeño bajón pero ‘Jackie Brown’ es una película a reivindicar. La elección de Pam Grier y la banda sonora llena de tórrido soul setentero a cargo de The Spinners o The Delfonics nos da una indicación de esta película como el homenaje de Tarantino al género ‘blackexplotation’.

Kill Bill: Volumen 1 & 2 (2003/2004)

Tras 'Jackie Brown' Tarantino tuvo claro lo que el público esperaba de él y su siguiente proyecto se basó en dos de sus grandes pasiones, el spaghetti western y las películas de artes marciales con sangre en abundancia. ‘Kill Bill’ es realmente una sola película aunque fuese estrenada en dos partes. Quizás por eso la primera parte quedaba coja sin su continuación, cómo si sólo fuese una sucesión de bonitas peleas coreografiadas. Eso sí esta vez Tarantino volvió a dar en el clavo estéticamente, el chándal amarillo de Uma Thurman, un homenaje a Bruce Lee, se convirtió en una prenda fetiche. Pero no fue hasta la segunda parte que no pudimos descubrir al verdadero protagonista de la cinta, ese adorable 'maldito bastardo' al que prestaba sus ajadas facciones David Carradine.

Malditos bastardos (2009)

El gran icono de los 90 recuperaba su mejor forma con esta mirada a una II Guerra Mundial que no es la que aparece en los libros de historia. Lo que eleva a esta historia es el personaje de Christopher Waltz, un auténtico bastardo que pone los pelos de punta con cada aparición. Y una escena para los anales, la que transcurre en el sótano de un bar. Puro Tarantino.

Django desencadenado (2012)

La visión de Quentin Tarantino sobre la esclavitud dista mucho de la de '12 años de esclavitud’. Lo suyo es un western 100% 'tarantiniano', en el que tanto western como esclavitud son dos excusas para realizar una revisión 'pulp' de la historia, al igual que hacía con la II Guerra Mundial en 'Malditos Bastardos'. ¿Qué diría John Wayne sobre un western protagonizado por un alemán y un negro en el que la palabra nigger se oye tantas veces como fuck en 'Pulp fiction'? A pesar de un final un poco irregular 'Django' es pura diversión, además de la mirada más crítica al pasado estadounidense. La escena sobre los inicios del Ku Kux Klan puede situarse entre lo mejor de su filmografía.

Reservoir Dogs (1992)

Tarantino era un auténtico 'freakie' del cine, un devorador compulsivo de películas que lo mismo disfrutaba con la nueva ola francesa que con las películas de kung fu, trabajaba en una tienda llamada Video Archives donde podía dar rienda suelta a su pasión y visionar todos las cintas que quisiese. Con el tiempo Video Archives se convirtió en una improvisada escuela de cine, Tarantino había escrito dos guiones para poder dirigirlos pero nadie confiaba en el novato. Así que decidió hacer un guión minimalista, con los mínimos escenarios posibles y así poder rodarlo en 16 mm con la gente de Video Archives. Fue ese guión el que se convirtió en ‘Reservoir Dogs’, gracias a que Lawrence Bender, un productor arriesgado, se enamoró del proyecto y se lo pasó a Harvey Keitel, uno de los ídolos de Quentin, que se sabía líneas enteras de ‘Malas Calles’. Con Keitel en el proyecto se apuntaron los demás actores y ‘Reservoir Dogs’ se convirtió en la sensación de principios de los 90, con la gente aprendiéndose líneas enteras de la película, como la conversación sobre el ‘Like a Virgin’ de Madonna, elevándola a la categoría de película de culto.

Pulp Fiction (1995)

Tarantino estaba de moda tras ‘Reservoir Dogs’ pero la verdadera confirmación llegaría en 1994 cuando ‘Pulp Fiction’ ganó la Palma de Oro de Cannes y se convirtió en el fenómeno de la década. La estructura cronológica alterada se convirtió en la marca de fábrica para el cine de los noventa y los guiones con frases ‘tarantinianas’ se multiplicaron. Nuevamente la banda sonora fue un éxito, esta vez basado especialmente en la música surf. La gente pasó a hablar de canciones como ‘You never can tell’ de Chuck Berry o ‘Stuck in the middle with you’ de Stealers Wheel (que aparecía en ‘Reservoir Dogs’) como las de Tarantino. Además la escena de baile entre Travolta y Uma Thurman pasó a ser tan imitada como el célebre baile de Tony Manero en ‘Fiebre del sábado noche’. Su alargada sombra se puede ver en películas como ‘Amores Perros’, ‘Memento’, ‘Snatch, cerdos y diamantes’ e incluso ‘Fargo’ llevan la huella indeleble del cine de Tarantino. Un cine que, a su vez, ha bebido de muchas fuentes, entre las más evidentes está el cine hongkonés, las películas de Leone, Godard o Melville, las de kung fu o el cine negro de los años 40, para conseguir al final algo totalmente personal, a pesar de los muchos préstamos/homenajes.

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