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'La fureur de ce que je pense': el brillo y la belleza no consiguen ocultar el dolor
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(Foto: Michael Slobodian)

'La fureur de ce que je pense': el brillo y la belleza no consiguen ocultar el dolor

lunes 16 de abril de 2018, 17:31h
El Teatro Español de Madrid ha acogido, en cuatro funciones, entre el 13 y el 15 de abril, la obra 'La fureur de ce que je pense' (El furor de mi pensamiento), con textos de la novelista canadiense Nelly Arcan en un montaje dirigido por Marie Brassard. El espectáculo es un homenaje tan hermoso como duro que hace la directora a Arcan, que se suicidó en 2009, con 36 años, después de haber ejercido la prostitución de lujo como forma de financiarse los estudios de Literatura. Pero la literatura no bastó para detener el fracaso y el infierno en el que discurría su vida, a pesar de haber llegado a obtener el reconocimiento como escritora, ya que fue finalista de los premios Médicis y del Femina.

El fracaso y el infierno se dan la mano cuando una vida discurre por esos abismos, aunque estén encerrados -como sucede en este montaje- en una hermosa y brillante escenografía, firmada por Antonin Sorel, en diez cubículos de cristal transparente apilados en dos filas (cinco abajo y otros tantos arriba), un salón, un dormitorio, una sala de estar, un baño, una galería, una mazmorra para juegos sadomasoquistas, y el resto vacíos. La disposición del espacio remite al infierno del Barrio Rojo de Ámsterdam -recuérdese que en Holanda, la prostitución está legalizada- en donde las mujeres se ofrecen profesionalmente insinuantes -ya dije por qué la prostitución me parece, sí, una actividad pero no una profesión en mi libro Prostitución: vidas quebradas-, y personalmente hastiadas, aburridas.

Siete mujeres (estupendas Christine Beaulieu, Ève Pressault, Evelyne de la Chenelière, Johanne Haberlin, Julie Le Breton, Anne Thériault y Larissa Corriveau), una bailarina y seis actrices, aunque estas últimas hacen referencia al tiempo a una sola y a todas las mujeres que ejercen la prostitución. Todas están encerradas ahí, en una prisión de oro, pero prisión al cabo, salvo una bailarina que interactúa con ellas y se mueve por todos los espacios cerrados y por el proscenio.

La música electrónica de Alexander MacSween inquieta e incomoda. El sonido es microfónico porque de otra forma sería imposible escuchar las palabras y los pensamientos de las mujeres que están tras el cristal blindado. Con todo, la fórmula no resta ni un ápice de soledad, de dolor, de amargura y de náusea a la acción. La iluminación de Mikko Hynnien (blancos, amarillos, morados, azules, rojos…) enmarca la falsedad de una vida que, en general, no ha sido elegida y, aunque lo sea, no deja nunca de cobrarse un altísimo precio, que deja siempre marcas indelebles en el alma de quienes transitan ese camino.

Pesimismo, dolor, vómito y mareo atraviesan el montaje de principio a fin: "Para mí las putas están condenadas a matarse con sus propias manos…"(dicen las seis mujeres al unísono); "…cuando una sabe que va a morir ya no tiene ninguna razón para llorar"; "viviré feliz en el momento de desvestirme de mi sexo. Será un momento de liberación..."; "¡cómo duele cuando se es yo!"; "…en mi prostitución, a quien respondo es a toda la humanidad, a mi padre, a mi madre…"; "no sé elegir entre el exceso y la nada…". Y, por último, rescatamos esta otra frase que resume -a nuestro juicio- y apunta al verdadero causante del fenómeno de la prostitución: "Los hombres, depredadores e indiferentes de lo que gozan…".

'La fureur de ce que je pense' (El furor de mi pensamiento)

Texto: Nelly Arcan

Adaptación y dirección: Marie Brassard

Traducción: Mónica García de Yzaguirre

Idea original: Sophia Cadieux

Dramaturgia y colaboración a la adaptación: Daniel Canty

Intérpretes: Christine Beaulieu, Ève Pressault, Evelyne de la Chenelière, Johanne Haberlin, Julie Le Breton, Anne Thériault y Larissa Corriveau

Escenografía y accesorios: Antonin Sorel

Utilero: Alex Hercule Desjardins

Iluminación: Mikko Hynnien

Música: Alexander MacSween

Sonido: Frédéric Auger

Diseño de vestuario: Catherine Changon

Maquillaje: Jacques-Lee Pelletier

Peluquería: Patrick G. Nadeau

Directora de producción: Anne McDougall

Director técnico: Mateo Thebaudeau

Regiduría: Frédéric Auger

Una Producción de: Infrarouge

En Coproducción con: Théâtre français du CNA (Ottawa), Festival TransAmériques (Montréal), PARCO (Tokyo)

Con el apoyo de Conseil des Arts du Canada, Conseil des arts et des lettres du Québec y Conseil des arts de la ville de Montréal

Teatro Español, (Madrid)

Del 13 al 15 de abril de 2018

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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