El 'popular' Luis Barcala se ha convertido en el nuevo alcalde de alicante de Alicante gracias al voto de una tránsfuga de Guanyar/Podemos que ya había sido previamente expulsada del partido por haber adjudicado contratos menores a dedo durante su mandato al frente de la Concejalía de Acción Social.
El PP recupera la alcaldía de Alicante después de algo menos de 3 años de un gobierno de izquierdas.
Tras los escándalos de corrupción de Gabriel Echávarri -doblemente procesado por prevaricación por el 'caso Comercio' y por el despido irregular de la cuñada del portavoz popular-, el regidor socialista se vio obligado a dimitir el 9 de abril y tomó el mando de forma provisional Eva Montesinos. Sin embargo, Montesinos no pasó la prueba de la sesión de investidura.
Este jueves no contó con los apoyos necesarios. Obtuvo 14 votos frente a los 15 necesarios y por tanto el candidato de la lista más votada, Luis Barcala del PP, se hizo con el consistorio.
En la resolución de los acontecimientos fue clave el papel que jugó Nerea Belmonte que decidió en el último momento votar en blanco. Belmonte ocupó la Concejalía de Acción Social hasta 2016, pero fue expulsada de Guanyar/Podemos por adjudicar a dedo contratos menores a compañeros de filas.
Según publican varios medios, Belmonte habría estado negociando hasta el último momento exigiendo un sueldo municipal, negado para los concejales no adscritos. No hubo acuerdo y la alcaldía pasó al PP.
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