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'Viaje al fin de la noche': las secuelas del terror y la violencia de ETA, nuevamente al escenario

'Viaje al fin de la noche': las secuelas del terror y la violencia de ETA, nuevamente al escenario

jueves 17 de mayo de 2018, 19:40h

Valiente y comprometida, sí. Oportunista, no. 'Viaje al fin de la noche' escrita por María San Miguel y dirigida por Pablo Rodríguez, es el tercer y último eslabón de una trilogía elaborada en los últimos años -en concreto, desde 2011-, por la compañía Proyecto 43-2 sobre la violencia que se ha vivido día a día en el último medio siglo en el País Vasco y Navarra, aunque obviamente ha afectado también, y de lleno, al resto de España. El montaje puede volver a verse dentro del Festival Surge Madrid 2018, en el madrileño Teatro del Barrio los próximos miércoles 23 y 30 de mayo.

La obra, que está protagonizada por la propia María San Miguel y Alfonso Mendiguchía y que cuenta con música original de Jorge Arribas, cierra -como decimos- la trilogía sobre el tema que ya iniciara con Proyecto 43-2 y La mirada del otro (www.diariocritico.com/ocio/teatro/cuarta-pared/la-mirada-del-otro/479066). En los tres casos, las piezas resultantes se encuadran dentro del llamado “teatro documental”, porque parten de situaciones reales vividas en torno al terrorismo vasco. Y si en el montaje precedente, La mirada del otro, se planteaba en escena los encuentros entre exmiembros de ETA arrepentidos y sus víctimas, en ‘Viaje al fin de la noche’, San Miguel se adentra en los problemas que genera, si no la convivencia, sí al menos la obligada coexistencia en un mismo espacio físico de hijos de las víctimas, en este caso la hija de un etarra muerto a manos del GAL, y el hijo de una mujer asesinada por ETA.

Partiendo de las entrevistas realizadas por María San Miguel a 17 víctimas relacionadas muy directamente con personas asesinadas en el conflicto, Viaje al fin de la noche da forma a esos testimonios recogidos durante un año y traslada al espectador el ambiente y la tensión vividas en el País Vasco durante todo ese tiempo oscuro. El terror, la inquietud, la desconfianza, el miedo…, se trasladan a escena y reaparecen en la actitud corporal de los intérpretes cada vez que un pequeño ruido quiebra sus pensamientos o su parlamento. La penumbra, los sonidos de disparos lejanos, que se clavan en el cerebro de los dos personajes, para revivir una y otra vez situaciones referidas en el seno familiar, o a través de terceras personas que, inevitablemente, reavivan el conflicto interior de saberse hijos de dos personas asesinadas a manos de los otros, pero que no quieren arrastrar las culpas, ni las razones, ni el odio que mataron a sus padres.

La escenografía de Karmen Abarca sitúa la acción en una taberna típica del País Vasco en donde los chiquitos y la sidra corren con la misma facilidad que el silencio y la desconfianza lo hicieron durante demasiados años. Cualquier desconocido que accediese por allí, por una u otra causa, cambiaba radicalmente el amiente vivido en el local hasta ese momento. De hecho, los lugareños sabían muy bien cuáles eran los puntos prohibidos a los que no convenía, no ya entrar a tomar algo, sino acercarse siquiera. Todo eso está cambiando, paulatina, lenta, dolorosa y necesariamente en muchos casos. La convivencia tiene que abrirse paso de nuevo y para ello no hay más camino que hablar, comunicarse, tratar de entender al otro, por lo menos, para pasar página histórica y emprender un nuevo tiempo en donde las diferencias políticas puedan resolverse en las urnas y no a través de los 9 mm. Parabellum.

El reciente anuncio de abandono de la lucha armada y la entrega de armas por parte de ETA, que ha coincidido en el tiempo con esta tercera entrega de la serie iniciada por María San Miguel, esperemos que sea el comienzo real de esa nueva etapa que, más temprano que tarde, desemboque en un nuevo Euskadi, en donde el diálogo, el respeto y la convivencia sean los valores que presidan las relaciones entre todos los vascos, aunque para despejar los viejos recelos, las viejas rencillas, los enquistados odios, sea necesario que transcurran unas cuantas décadas más.

'Viaje al fin de la noche'

Idea original y dramaturgia: María San Miguel

Dirección: Pablo Rodríguez

Ayudante de dirección: Nahia Láiz

Intérpretes: Alfonso Mendiguchía y María San Miguel

Diseño de escenografía y vestuario: Karmen Abarca

Diseño de iluminación: Xiqui Rodríguez

Música original: Jorge Arribas

Dirección de producción: María San Miguel

Asistente de producción y contenido audiovisual: Alba Muñoz

Distribución: Fran Ávila

Producción: Proyecto 43-2

Teatro del Barrio, Madrid

16, 23 Y 30 de mayo de 2018

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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