El presidente de EEUU, Donald Trump, consideró ayer en la cumbre de los líderes del G-7 reunidos en La Malbaie, en Quebec, que Rusia debería reingresar en el grupo, del que fue expulsada tras la anexión de la Península de Crimea en 2014. "¿Por qué tenemos una reunión sin Rusia? Nos guste o no, y puede que no sea políticamente correcto, tenemos que gestionar los asuntos globales", dijo.
Los diarios interpretan la reclamación de Trump como una nueva provocación del presidente estadounidense, al verse aislado tras las críticas por su unilateralismo. El único líder que apoyó el reingreso de Rusia fue el recién elegido primer ministro italiano, Giuseppe Conte.
Los temas que más controversia provocan entre los 7 líderes mundiales son, aparte de Rusia y el comercio internacional, el acuerdo nuclear con Irán y el cambio climático, en los que la postura de Trump choca con la del resto de potencias mundiales.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ofreció al presidente Trump viajar a Washington para poner fin al contencioso comercial por los aranceles. El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró que todos los países del grupo - Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Reino Unido y Japón - tienen "voluntad" de alcanzar un acuerdo en la cumbre que termina mañana y advirtió: "Al presidente estadounidense puede que no le importe estar aislado, pero a nosotros tampoco nos importa firmar un acuerdo con seis países si es necesario".
Macron y Trump mantuvieron una reunión al margen de la cumbre, que la Casa Blanca calificó de "muy productiva" en un comunicado. "Discutieron sobre comercio, el tratado con Irán y la próxima cumbre con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un. Los líderes coincidieron en que es necesario analizar todos los aspectos de las actividades desestabilizadoras de Irán en Oriente Próximo, incluida Siria", decía la nota de prensa.
Si (
No(
