El Gobierno de Pedro Sánchez podría optar por otra mujer en un puesto clave del país: se asegura que María José Segarra podría ser la nueva fiscal general del Estado en sustitución de Julián Sánchez Melgar, el último a propuesta del PP, tras el fallecimiento de José Manuel Maza a finales de 2017. No sería la primera mujer en el cargo, puesto que antes estuvo Consuelo Madrigal entre 2015 y 2016.
Segarra es la fiscal jefe de Sevilla desde 2004 y el PSOE ha pensado en ella para representar mejor que nadie su línea política desde el Ministerio Público que es la Fiscalía. Madrileña de nacimiento, inició su carrera como fiscal en 1987 destinada en los juzgados de Sant Boi de Llobregat y Sabadell. En Barcelona, se especializó en temas de menores. En 1993 se trasladó a Sevilla, donde fue fiscal jefe desde 2004 hasta 2018. Actualmente es también vocal en el Consejo Fiscal de la Fiscalía del Estado.
Segarra pertenece a la Unión Progresista de Fiscales (UPF), una asociación integrada por fiscales con el deseo de "promover la plena realización de los principios, derechos y libertades consagrados en la Constitución". El nombramiento de Segarra, de confirmarse, sería otro guiño a Cataluña para intentar desatascar la crisis política por el encarcelamiento de cargos de la Generalitat anterior a instancias de la Fiscalía. Segarra es compañera de Dolores Delgado en el Consejo Fiscal y en la UPF, la nueva ministra de Justicia, quien podría haber apostado por ella para el puesto.
En la anterior etapa socialista en el poder, con Zapatero en dos legislaturas, sólo hubo un fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, actualmente en el Tribunal Constitucional. El presidente Rajoy tuvo en total a 4 personas en ese puesto en apenas 6 años, más que nadie: Eduardo Torres-Dulce, Consuelo Madrigal, José Manuel Maza y Julián Sánchez Melgar. Además, Luis Navajas tuvo que ocupar el cargo de manera provisional tras el fallecimiento de Maza en Argentina.
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