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¡Esas chicas!
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(Foto: Pixabay)

¡Esas chicas!

miércoles 11 de julio de 2018, 17:05h

Un hermano mío tocaba en la banda de Antonio Vega. Fuimos a muchos de sus conciertos y los recordamos como tesoros en nuestra memoria. Antonio Vega se dirigía a sus músicos sonriendo con su mirada furtiva tras el micrófono diciéndoles “¡Esos chicos!”. Tanto su música como sus letras eran gigantes, pero esa frase la llevo grabada en mi cabeza por lo que significa: compañeros, confidentes, colegas, afecto, cariño, respeto…Yo la utilizo cambiando el género (seguro que no le importa) cuando veo a esas mujeres en Arabia Saudí que consiguen el carné de conducir, cuando veo la nueva foto del Consejo de ministros de España, cuando veo mujeres luchadoras y comprometidas, cuando recuerdo el protagonismo de nuestras deportistas en los Juegos Olímpicos del verano pasado…

El día 8 de marzo, me invitaron a hablar en un instituto de Alcorcón sobre mi experiencia como “mujer” y como “emprendedora”; me sentí orgullosa de poder presumir de la gestión de la asociación ARCA y de este emprendimiento desde el asociacionismo. El público: alumnos y alumnas de bachillerato. Les expliqué metas, hitos, retos, complicaciones, decisiones…lo que es el minuto a minuto de cada día de la vida de los emprendedores. Sin embargo, dado el día que se celebraba, para mí el mayor interés fue transmitirles que aunque vivimos en una sociedad en la que sigue siendo increíblemente complicada la conciliación familiar y hay muchas dificultades que superar en un mundo donde creo que el hombre debe reflexionar sobre qué es ser un hombre y qué desigualdades mantenemos y por qué, las mujeres tenemos también nuestra responsabilidad y les encargué la misión de cuidarnos entre nosotras. Muchas veces me deja impresionada la capacidad que tenemos de criticarnos y de ser crueles repitiendo los discursos machistas que oímos mientras crecemos. El mal que nos hacemos nos debilita a todas. Esa recriminación que ejercemos sobre nosotras mismas no nos ayuda en nada. Hay autores/autoras que hablan de agresión indirecta: los rumores, las sospechas, los chismes, las alianzas…La utilizamos desde la ambigüedad para no dejar “rastro”, pero el objetivo es innegable, “eliminar” a la competencia. Por cierto, tenemos palabra para denominar esta conducta: “Wollying” que significa woman + bullying.

Es verdad que queda mucho por hacer, debemos cuidar los mensajes que lanzamos; si, por ejemplo, queremos difundir cursos, talleres o actividades y debemos incluir imágenes, qué menos que poner mujeres, niñas o adolescentes. No debe ser la excepción. El último ejercicio de inglés que trajo mi hija de 1º de Educación infantil, tenía el objetivo de colorear una hoja de profesiones. Por supuesto, se pueden imaginar qué es lo que ocurrió, las mujeres se representaban como enfermeras y profesoras, y los hombres como médicos, pilotos, bomberos y futbolistas. Todo cala, y estos detalles refuerzan los estereotipos de género en el proceso educativo de las nuevas generaciones. Así que mi recomendación desde estas líneas es que cuidemos los detalles y nos cuidemos entre todos, también entre nosotras. ¡Esas chicas!

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