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El 24% de los conductores de la Castilla – La Mancha reconoce coger el coche después de haber bebido alcohol
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(Foto: EP)

El 24% de los conductores de la Castilla – La Mancha reconoce coger el coche después de haber bebido alcohol

viernes 10 de agosto de 2018, 14:38h
Alcohol y conducción son incompatibles. Según datos de la DGT, su consumo genera entre el 30% y el 50% de los accidentes mortales. Sin embargo, un importante porcentaje de conductores sigue sin cumplir la recomendación de que cuando hay que ponerse al volante se debe optar por bebidas sin alcohol.

El 24% de los castellanomanchegos reconoce conducir después de haber bebido alcohol, lo que la sitúa en la media en España, que es de un 25%, más en el caso de los hombres (31%) que las mujeres (18%). Las que más destacan por esta práctica son Baleares (34%), el País Vasco (31%) y Navarra y Murcia (29%). Son algunas de las conclusiones extraídas del estudio “Hábitos de conducción 2018” elaborado en el marco de la Campaña de seguridad vial “Un refresco, tu mejor combustible”, una iniciativa del RACE y la Asociación de Bebidas Refrescantes, ANFABRA, con el apoyo de la DGT, que se puso en marcha hace 13 años con el objetivo de reducir el número de accidentes.

El verano es la época del año en que se produce un mayor número de viajes y, unido a ello, también una mayor número de accidentes. La fatiga es la cuarta causa de siniestralidad mortal en las carreteras. Se manifiesta con síntomas como la pérdida de concentración, picor de ojos, visión borrosa, parpadeo constante, necesidad de moverse en el asiento, deshidratación y somnolencia. Sus consecuencias son una pérdida de atención y un aumento del tiempo de reacción ante un obstáculo de un 86%. Por tanto, es importante detectar los síntomas a tiempo y tomar las medidas necesarias para evitar una situación que puede desencadenar un accidente.

En el caso de los conductores de Castilla – La Mancha, el 78% utilizan el coche para viajar, por encima de la media nacional del 73%. Las comunidades en las que más se desplazan en coche para recorridos de larga distancia son Madrid (85%), Aragón, Asturias y la Rioja (81%), País Vasco (79%) y Castilla y León (79%). En cambio, lo usan menos los habitantes de las islas Baleares (32%) y Canarias (29%).

En los largos recorridos, un 19% de los castellano-manchegos afirma realizar los viajes sin parar, dato que es preocupante, pues se sitúa por encima de la media nacional que es de un 14. Por otro lado, el 80% no hace las paradas recomendadas, cifra ligeramente superior al 75% de media nacional.

Al preguntarles a los conductores de Castilla – La Mancha por la hora a la que prefieren iniciar el viaje a sus destinos de vacaciones, la mayoría se decanta por salir a primera hora de mañana, concretamente un 63%, por debajo de la media nacional, que es del 67%. Sólo un 4% opta por la noche.

Frente a la fatiga, descanso e hidratación

Además del mencionado estudio de hábitos en el que se ha encuestado a 3.026 conductores, en esta ocasión, dentro de la Campaña del RACE y ANFABRA, también se ha realizado un estudio con el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBM), en el que se muestran los efectos de la conducción prolongada y la postura en el cansancio físico y mental.

Las pruebas muestran que a partir de las dos horas de conducción se empiezan a detectar alteraciones en la visión, en los movimientos y en la toma de decisiones. La continua exposición a las vibraciones del vehículo y la postura adoptada da lugar a una alteración de las curvaturas naturales de la espalda, el aumento de la presión intervertebral, el aumento de la actividad muscular en diferentes zonas, las oclusiones en la presión sanguínea, así como cambios en las presiones soportadas en los tejidos blandos.

Mantener una adecuada hidratación, especialmente en verano y en viajes largos, también es importante. Sin embargo, un 61% de los conductores no son conscientes de que provoca reducción de la atención, dolor de cabeza, cansancio y fatiga muscular.

Estudios realizados previamente por el RACE en simuladores de conducción y en el marco de esta campaña de prevención de la fatiga indican que un nivel bajo de hidratación y glucosa aumenta en un 66% la agresividad al volante, provoca un 33% más de salidas de la vía y reduce la concentración en un 27%. De hecho, los conductores que viajan con un nivel de hidratación insuficiente cometen los mismos errores que los que lo hacen bajo los efectos del alcohol.

Atención a los cortos desplazamientos y las vías secundarias.

En verano, además de los largos desplazamientos, se producen muchos otros por carreteras secundarias, en muchas ocasiones conocidas por el conductor, lo que aumenta el nivel de confianza y hace disminuir la precaución. También se coge el coche para acudir a las muchas fiestas patronales que se celebran en estas fechas, donde el cansancio, la conducción nocturna y el consumo de alcohol son frecuentes. Todo ello hace que la siniestralidad se dispare. Por eso, la campaña recuerda que es importante descansar y que el alcohol y conducción son incompatibles, ya que no sólo supone una infracción sino que, además, multiplica por nueve el riesgo de accidente.

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