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El aceite de coco: el falso e interesado mito de que es un veneno por su grasa saturada
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(Foto: Pixabay)

El aceite de coco: el falso e interesado mito de que es un veneno por su grasa saturada

Habló una doctora, Karin Michels, del Instituto para la Prevención y Epidemiología del Cáncer de la universidad de Friburgo, y el aceite de coco se hundió en imagen. ¿Quién está detrás de estos lobbies que intentan arruinar a un sector de la industria alimentaria? El auge de los aceites vegetales alternativos ha hecho mucho daño a los mercados tradicionales de aceites, así que los expertos de verdad apuntan alto: intereses empresariales muy bien pagados hacen que algunos doctores, científicos o pseudo expertos eleven la alerta sobre estos nuevos alimentos.

¿Que el aceite de coco se pone de moda y se consume menos de los tradicionales? Pues es un veneno. Es lo que dijo abiertamente Karin Michels, quien afirmó cosas como que "No hay ni un sólo estudio en humanos que avale tan siquiera un efecto positivo del aceite de coco", que "el aceite de coco es más peligroso que el tocino de cerdo, y estarán ustedes de acuerdo en que el tocino no es especialmente saludable, eso lo sabemos todos" y acabó con rotundidad afirmando: "Es uno de los peores alimentos que se puede consumir".

Pero a raíz de sus polémicas palabras, otros expertos han dado la voz de alerta precisamente contra ella y las interesadas afirmaciones contra el aceite de coco. Se trata de un falso e interesado mito sobre la grasa saturada, apuntada casi como la única y gran culpables de las enfermedades cardiovasculares y por extensión, de los infartos.

Antes, la 'BBC' ya había investigado sobre ellos. El doctor Michael Mosley determinó que los ataques contra su condiciones saludables llegaban justo después de su auge en ventas: "Las ventas de aceite de coco en algunas partes están por los aires, impulsadas por recomendaciones de famosos y afirmaciones de que si lo bebes lo cura todo, desde el mal aliento hasta los trastornos digestivos".

Los estudios hablan por sí mismos

Lo único cien por cien común entre unos y otros es su composición nutricional: cantidad de grasas saturadas muy elevado (86%). Tiene más que la mantequilla (51%) o la manteca de cerdo (39%). Pero el problema es determinar el efecto directo de esas grasas saturadas. No sólo pueden incrementar el llamado 'colesterol malo' (conocido por sus siglas LDL), sino también el 'colesterol bueno' (HDL).

Un estudio citado por la BBC llevado a cabo por académicos de la Universidad de Cambridge, determinó que quienes consumieron mantequilla tuvieron un aumento medio de su colesterol malo de un 10%, por un 5% del bueno. Quienes consumieron aceite de oliva vieron una pequeña reducción del colesterol malo y un aumento del 5% del bueno. Con el aceite de coco hubo sorpresa: subía ligeramente el colesterol malo, pero había un gran incremento del colesterol bueno, de hasta un 15%. Dicho en cristiano: quienes habían consumido aceite de coco durante le estudio habían reducido su riesgo de desarrollar cardiopatías o derrames cerebrales.

Otros estudios

Otro estudio sobre 116 enfermos coronarios dejó tras consumir aceite de coco un alza de los niveles de colesterol bueno HDL y una reducción de su cintura, indicador claro de grasa corporal.

¿Y qué pasa con las comunidades que viven en lugares donde tradicionalmente se consumía el coco de manera masiva? Los habitantes del archipiélago Tokelau del Pacífico Sur tenían una dieta basada en un 50% de grasa del aceite de coco y no, no estaban "envenenados", que diría la doctora Michels. Al revés, tenían una gran salud y eran precisamente quienes emigraban a otros países occidentalizados tuvieron problemas de salud, como la diabetes.

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