El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha referido a la posibilidad de que España se sume a poner fin a los cambios horarios, tal y como reclama la Comisión Europea. Sin embargo, no ha querido aún dar nada por sentado.
Si bien la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, manifestó rotundamente tras el Consejo de Ministros que nuestro país está a favor de sumarse a la propuesta de la Comisión Europea para que no haya cambios de horario a lo largo del año, desde Costa Rica, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha matizado esta cuestión.
Sánchez ha valorado la posibilidad de que España no cambie la hora en marzo y octubre, e incluso que pueda llegar a colocarse en otro huso horario (el de Lisboa-Londres que nos correspondería), pero no ha dado nada por sentado.
Sánchez ha anunciado que el ejecutivo creará un comité de expertos para evaluar las consecuencias de los cambios horarios en términos de calidad de vida, ahorro energético, productividad y otros tantos factores.
En ese momento, las conclusiones de los técnicos serían trasladadas a los sectores políticos, sociales, industriales y empresariales. No se tomará una decisión hasta entonces para que "en caso de que haya un eventual cambio, pues cuente con el mayor consenso posible".
El objetivo enunciado por Sánchez: aunar el mayor consenso posible. "Es un asunto importante que necesita un análisis serio y riguroso, de un gran consenso", insistió en varias ocasiones.
"Esos son los dos ejes de aproximación que hace el Gobierno a esta cuestión: uno, expertos -asesoramiento, porque creemos que es un tema suficientemente importante como para que trascienda, digamos la reflexión política e incorporemos el asesoramiento de expertos- y la voluntad del Gobierno de llegar, en caso, en caso, y subrayo lo de en caso, a un cambio en los horarios, que cuente con un consenso importante en el conjunto del país", expuso Sánchez insistiendo en que aún son todo hipótesis.
De esta manera, no sólo no ha querido posicionarse a favor del horario de verano en detrimento del de invierno, o a la inversa, sino que no ha querido cerrar la puerta a que finalmente todo siga igual. De momento, todo son posibilidades.
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