La defensa del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, denunciado en Bélgica por Carles Puigdemont y los 4 ex consejeros catalanes por "vulnerar su derecho a un juez imparcial y justo" y a la "presunción de inocencia", ha conseguido postergar la decisión del juzgado sobre el juez. La primera vista formal será pues el día 25 de septiembre.
Llarena ha sido defendido sin pisar suelo belga por el prestigioso despacho de abogados Liederkerke Wolters Waelbroeck Kirpatrick. Este bufete ha costado 544.982 euros, aunque será comandado por las instrucciones que le lleguen desde España a través de la Abogacía del Estado. El contrato firmado con este despacho supone pagar en concreto 450.413,22 euros y 94.568,78 en impuestos. En todo caso, se espera que la Justicia belga finalmente inadmita hoy la demanda y así puedan reducirse los costes de la defensa.
El diario 'La Razón', que cita fuentes del Supremo, señala que la querella contra Llarena "se debe inadmitir por muy juez belga que sea". Estas mismas fuentes esperan que hoy "se dé carpetazo" a la demanda de Puigdemont contra Llarena. El diario 'El Mundo' publica que "los abogados de Puigdemont entregan una traducción correcta" al letrado de Llarena. Y es que, como es sabido, las palabras del juez Llarena en las que se basa la denuncia no fueron bien traducidas en la demanda presentada.
El grave 'error' de traducción al francés podría costarle la carrera a su letrado, Gonzalo Boye, si el Colegio de Abogados de Madrid aprecia que él fue responsable con su firma de una infracción muy grave por tergiversar deliberadamente sus palabras. La traductora oficial asegura que la alteración del texto no es suya y que se limitió a traducir del francés al español el texto que le mandaron los abogados.
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