www.diariocritico.com

'Tomás Dolor': un hombre que lo intenta

martes 04 de septiembre de 2018, 10:16h
'Tomás Dolor': un hombre que lo intenta

La madrileña Sala Arte y Desmayo (Baleares, 14), acaba de estrenar ‘Tomás Dolor’, una obra basada en Nada, de Will Eno, finalista en una de las últimas ediciones del prestigioso Premio Pulitzer. El montaje, en traducción y adaptación de Magdalena Broto es el primero que dirige Daniel Ortiz, y es un monólogo de más de hora y cuarto en el que Juanma Gómez se mete en la piel de Tomás Dolor, un extraño personaje que permite al actor dar un verdadero recital interpretativo.

Si hubiera que resumir en dos palabras las intenciones de autor y director, Eno y Ortiz respectivamente, podría decirse de este ‘Tomás Dolor’ que se trata de una pieza de estructura no lineal en la que, mediante “el dolor de la palabra”, el personaje cuenta frente a frente al espectador, a través de un diálogo y una interpelación permanentes, su camino personal para conseguir ser cada día un poquito más feliz. Y no es una sola historia, sino docenas de historias las que se cuentan en ella porque, en el fondo, como Tomás Dolor, cada uno de nosotros lleva dentro de sí varios yos: un hombre que piensa, que sufre, que duda, que se enamora, que sueña, que se irrita, que se conmueve, que llora, que ríe, que se desespera, que al mismo tiempo está atraído y odia la magia, que no quiere estar solo a la vez que se regodea en la soledad… En fin, un hombre lleno de contradicciones que, día a día, trata de aprender a convivir con ellas sin importarle nada la coherencia, la previsibilidad de sus acciones porque cualquier camino es bueno para intentar ser feliz.

Sobre un escenario vacío y en la más absoluta oscuridad, los pasos decididos y ruidosos de un hombre alcanzan el centro. Breve silencio cargado de cierta tensión para escuchar finalmente oírle decir: “¡Qué maravilla veros a todos...! Llegado este punto debiéramos aclarar algunos términos y así, a lo mejor, entendéis algo de la historia…”. Y a partir de ahí, la luz se hace y un incesante río de palabras, de gestos, de silencios cargados de incertidumbre, de emociones a flor de piel, de dudas, de detalles de una y otra historia inundan el escenario para que Juanma Gómez, como alter ego de Tomás Dolor, vaya desgranando con la misma intensidad, el mismo dolor, esperanza, desesperación, abatimiento, cinismo, sinceridad, procacidad o sencillez que adornan al personaje. Gómez vuelve a dar aquí una verdadera lección de interpretación y, como cada vez que pisa un escenario, dibuja en la memoria del espectador los rasgos de alguien que va a marcar su vida. Lo hizo ya sobre estas mismas tablas en ¿Quién teme a Virginia Woolf?, EQUUS, o en El coleccionista, y ahora vuelve a hacerlo con este ‘Tomás Dolor’.

La dirección de Daniel Ortiz ha sabido sacar lo mejor de un actor que tiene mucho que enseñar a las docenas de alumnos de Arte y Desmayo, la sala que él mismo dirige desde su fundación –hace ya unos años-, a dos pasos de la Glorieta Marqués de Vadillo. Una sala modesta que, sin embargo, es de las pocas salas madrileñas de las que puede decirse que cuanto sube a su escenario es de calidad contrastada, que el espectador puede acudir a ella con la seguridad de que uno saldrá con un sinfín de preguntas, de dudas, de incertidumbres que obrarán en él el misterio de la transformación interior.

Nada de lo humano me es ajeno. Lo que me afecta a mí, te afecta a ti también, y viceversa. Esa es la conclusión que sobrevuela la función de principio a fin y que Daniel Ortiz y Juanma Gómez han sabido transmitir con dolorosa y clarividente seguridad. Y aunque la existencia humana esté preñada de vacío, de dolor, de náusea, de compasión, de intolerancia, de incomprensiones, de oscuridad, de signos que no siempre sabremos interpretar, la obligación de Tomás Dolor, como la de todos nosotros, seguirá siendo la de intentar buscar la felicidad. Nos quede un minuto, una hora, un año (o cuarenta), de vida. No seguir intentándolo a toda costa, contra viento y marea, sería un acto de cobardía que, además, nos delataría como seres completamente idiotas.

‘Tomás Dolor’

Autor: Will Eno

Traducción: Magdalena Broto

Director: Daniel Ortiz

Intérprete: Juanma Gómez

Ayudante dirección: Verónica Morejón

Fotografía y diseño gráfico: Goyo de Pacheco Asunción

Sala Arte y Desmayo, Madrid.

Hasta finales de septiembre de 2018 (fines de semana)

'Lehman Trilogy': una breve, ácida, humorística y lúcida historia del capitalismo más reciente

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios