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Un enemigo del pueblo
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Un enemigo del pueblo

'Un enemigo del pueblo (Ágora)': verdades y mayorías

jueves 06 de septiembre de 2018, 18:08h

La ética y el poder, los medios de comunicación y sus intereses espúreos, la manipulación de las masas a través del uso y el abuso de la demagogia, los sutiles e inconfesables juegos de intereses cruzados entre el poder político, la sociedad civil y los medios en donde prima más el bolsillo que la verdad, la plusvalía que la salud pública y el “más vale lo malo conocido…”. Estos son solo algunos temas tratados en la versión que Àlex Rigola (Barcelona, 1969), presenta ahora en el Pavón Teatro Kamikaze bajo el título de ‘Un enemigo del pueblo (Ágora)’, una adaptación libre del clásico Un enemigo del pueblo, de Henrik Ibsen, que el artista catalán dirige también.

La obra, producida por el Pavón Teatro Kamikaze para inaugurar su temporada teatral, está interpretada por Israel Elejalde, Irene Escolar, Francisco Reyes, Nao Albet y Óscar de la Fuente. Ellos son el vehículo de esta propuesta metateatral que, a través de un juego constante con los espectadores (incluso se provee al público de dos cartulinas para ejercer su voto ante las propuestas formuladas), en una “improvisada” asamblea, en la que se les induce a reflexionar sobre los límites de la libertad, el precio de la ética en sus vidas y la validez relativa de la opinión de las mayorías en nuestra democracia.

La continuidad o no del montaje de Rigola depende de las respuestas (afirmativas o negativas), del público a tres preguntas clave que teóricamente intentan medir la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace: “¿… Creéis en la democracia?, ¿… Debería el Pavón Teatro Kamikaze poder decir lo que piensa asumiendo incluso las posibles consecuencias con la Administración?, ¿… Estáis dispuestos a terminar ahora mismo la función como acto reivindicativo por la libertad de expresión?”. Si el público lo quiere, los cinco personajes clave a los que Rigola ha reducido la versión, continúan la función narrando los presupuestos básicos del conflicto. Como en la obra original de Ibsen, el doctor Stockmann (aquí el propio Israel Elejalde), médico del pueblo, descubre que las aguas del balneario, principal atracción turística y motor de la economía local, están infectadas por residuos fecales y, a su juicio, sería absolutamente necesario cerrar el balneario y acometer las obras necesarias para subvertir la situación dado el peligro que suponen para la salud pública. Inicialmente son los poderes políticos (representados aquí por Irene Escolar, alcaldesa del municipio), después los mediáticos (Nao Albet y Óscar de la Fuente), y, finalmente, todo el pueblo (con Francisco Reyes al frente, informático en el propio diario local), que ve en peligro la economía del municipio y por ende su propio bienestar, se ponen enfrente del doctor para intentar acallar su discurso.

En el montaje sobrevuelan constantemente las dudas sembradas sobre el sufragio universal planteadas en el polémico libro titulado Contra la democracia, del economista Jason Brennan, según el cual habría que debatir si tiene el mismo valor el voto de las élites ilustradas que el de esa inmensa mayoría de electores que fundamentan su voto en los intereses personales o en el atractivo de los candidatos, y no en el análisis racional de las propuestas lanzadas por estos como portavoces de los partidos políticos a los que representan.

Rigola, empeñado en “no apartar la mirada conscientemente” de cuanto nos atañe como ciudadanos, como nos confesaba directamente en estas mismas páginas electrónicas hace solo unos meses, ha simplificado hasta el extremo el texto de Ibsen y lo ha traído a nuestros días más a través de personas que de personajes, como ya hiciera con Vania o con ¿Who is me? El resultado, en nuestra humilde opinión, no raya a la altura de sus dos propuestas anteriores, pero la valentía y la honestidad de su propuesta no admite ningún género de dudas. En todo caso, la polémica sobre los límites de la ética y el interés personal está servida, y ese solo hecho justifica sobradamente su propuesta.


‘Un enemigo del pueblo (Ágora)’

Basada en Un enemigo del pueblo, de Henrik Ibsen

Versión libre y dirección: Àlex Rigola

Dramaturgista: Ferran Dordal

Intérpretes: Nao Albet, Israel Elejalde, Irene Escolar, Óscar de la Fuente y Francisco Reyes

Escenografía: Max Glaenzel

Iluminación: Carlos Marquerie

Dirección de producción: Jordi Buxó y Aitor Tejada

Producción ejecutiva: Pablo Ramos Escola

Diseño gráfico: Patricia Portela

Comunicación: Pablo Giraldo

Ayudante de dirección: Alba Pujol

Asistente a la dirección y a la producción: Lucía Díaz-Tejeiro

Una producción de El Pavón Teatro Kamikaze

Pavón Teatro Kamikaze, Madrid

Hasta el 7 de octubre de 2018

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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