Pero como el argumento no importa (codazo, codazo, guiño, guiño) vamos a lo importante, las escenas de acción y los chistes. Entre las primeras destaca una persecución en moto y da vergüenza ajena la pelea final, supuesto clímax de la película. De lo segundo destaca la química entre Tom Hardy y el simbionte, deberían haber basado toda la película en ello, pues es lo único que funciona con fuerza, haciendo la típica comedia de colegas o 'buddy movie' y olvidándose de cualquier cosa seria.
Todo lo demás es bastante malo, Riz Ahmed y Michelle Williams, dos grandísimos intérpretes, se quedan con dos personajes absolutamente planos y hacen poco esfuerzo en demostrar que para ellos son poco más que papeles alimenticios, los que les permitirán afrontar su próximo proyecto 'indie'. La realización es insulsa y el guión inexistente, hecho a base de retales, juntando dos partes totalmente opuestas, una primera oscura y seria, tipo 'El Caballero Oscuro', con una segunda a medio camino entre 'Deadpool' y 'La Máscara'.
No sé si el mundo ya tiene suficientes superhéroes pero el cine, definitivamente, sí. Hablar de saturación es quedarse bastante corto, pero mientras la gente siga pagando su entrada seguiremos viendo más de lo mismo. Películas sin personalidad, llenas de efectos e incansables escenas post-crédito que nos dejan bien claro que lo que hemos visto no es más que el aperitivo para la siguiente ración de explosiones y peleas.
¿Quiere decir esto que 'Venom' es horrible? No. Se podría decir que es un entretenimiento pasable, aunque carente de ninguna personalidad. Pero es que, a pesar de una crítica muy benevolente, el cine de superhéroes ha inundado las pantallas sin que ni una sola película, saga o franquicia se haya acercado mínimamente a lo que hizo Nolan con Batman. Es hora de que, por una y definitiva vez, alguien acabe con este mundo. El cineasta que lo consiga, se convertirá en mi particular superhéroe.