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Ludopatía: el auge y el peligro de las casas de apuestas

Ludopatía: el auge y el peligro de las casas de apuestas

jueves 11 de octubre de 2018, 14:27h

¿Momentos de diversión o desesperación? En los últimos tiempos, esta pregunta es muy relevante realizarla cuando hablamos de los salones de juegos, casas de apuestas deportivas, etc.

Se ha podido comprobar, recientemente, que ha aumentado el número de jóvenes que realizan apuestas deportivas de manera descontrolada, con el fin de conseguir dinero, a su parecer, “de manera rápida y fácil”. Lo que no saben es que, las apuestas se pueden llegar a convertir en una tela de araña, viscosa y de la que difícilmente puedes salir.

En el caso de las apuestas deportivas, los jóvenes creen que el riesgo es nimio, pues sus conocimientos sobre el fútbol, y otros deportes, consideran que son abundantes, pero, ¿cuál es la realidad? La realidad es que nunca tienes todo ganado y es precisamente esa situación, la que encanta a los jóvenes, el hecho de estar en tensión, sin saber qué pasará, hace que aumente sus niveles de adrenalina.

Debido a esto, el Gobierno va a implementar unas medidas de seguridad en las salas de juegos, que consistirán en controles específicos a la entrada a estos locales, con el fin de, asegurarse que ningún menor, ni persona diagnosticada de ludopatía, accede a dichos locales con el fin de hacer uso de sus instalaciones.

Podemos preguntarnos si esto será efectivo, puesto que, con anterioridad, los locales estaban obligados a solicitar el Documento Nacional de Identidad a cada jugador, con el fin de descartar que los menores hagan apuestas de cualquier calibre. Aun existiendo esta normativa, se ha podido comprobar que existen menores que apuestan, es más que existen menores que se están convirtiendo, de manera rápida e involuntaria, en ludópatas o adictos al juego.

Por ello, es importante determinar el concepto de ludopatía, entendida como, una alteración progresiva del comportamiento, por la que la persona siente una incontrolable necesidad de jugar, sin sopesar las consecuencias o problemas que le acarrea esa conducta.

El juego compulsivo, suele comenzar en las primeras etapas de la edad adulta y su aparición suele ser progresivo. En un comienzo, se disfruta de los juegos de azar sin vislumbrar problema. Este tipo de comportamientos están formados por distintas fases entre las que se encuentran la fase de ganancia, la fase de pérdida y la fase de desesperación.

En un comienzo, existe un periodo de “suerte”, conocida como “la suerte del principiante”, donde aparecen ganancias. Estas ganancias generar excitación en la persona, por lo que comienza a apostar con mayor frecuencia, teniendo la creencia errónea de que es un gran jugador. La percepción errónea de controlar el juego, hace que el apostador aumente la cantidad de dinero jugado, por lo que la pérdida de ese dinero hace que tenga mayores ganas de jugar.

Por todo esto, lo que comienza siendo una actividad lúdica, complementaria a la necesidad de ganar dinero, se convierte en un sufrimiento del que muy difícilmente se puede salir, sin ayuda. El juego genera una emoción que llega a ser como una droga que necesitas consumir, continuamente. El sufrimiento que se genera en la persona jugadora es de culpa y remordimiento, pues percibe que, si ya en aquel momento cuando comenzó, no tenía medios económicos y veía el juego como una posible salida, ahora ve que no puede abandonar el juego, aun viéndose sin coche, trabajo, etc.

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