El diagnóstico del 'doctor Wyoming' sobre estos 5 políticos

El Gran Wyoming tiene claros los 'síntomas' de la política española, pero también los que pueden sufrir determinados políticos, cuyos nombres suelen ir ligados a la polémica. Sobre el diputado de ERC, Gabriel Rufián, el presentador de 'El Intermedio' consideró que su enfermedad es 'histrión', por lo que le aconsejó un medicamento llamado 'sosegón', sobre el que aclaró que "tenía mucha morfina".

El humorista considera que Albert Rivera padece el 'síndrome de Zelig', que según explicó, se refiere a una película de Woody Allen en la que un hombre se convertía en aquel que tenía al lado. A su juicio, el líder de Ciudadanos "está un poco desubicado, por lo que más que medicación, le pondría un 'tom-tom' ". Además desaconsejó por completo "usar el polígrafo con él porque sería terrible para su carrera".

Sobre el líder del PP, Pablo Casado, Wyoming dijo que "no tiene conciencia del bien y el mal". Su síndrome sería 'Jetapotens' y en su caso, el remedio sería "un retiro en el Tibet".

Preguntado por Felipe González, mostró sus dudas "porque no sabía si lo que hacía siendo presidente era coyuntural, porque no le quedaba otra, y resulta que no, que lo llevaba dentro". Para las "ideas preconcebidas" del ex presidente socialista, "le podemos poner un estimulante para que se acelere y le salgan otras ideas".

El último diágnosticó fue el de la veterana diputada 'popular' Celia Villalobos, de quien dijo que padece "el síndrome de creer que esta ahí por méritos propios". Su consejo en este caso es "un disolvente fuerte, algo parecido a la luminosis".

Wyoming analizó en 'La Sexta Noche' la actualidad política, desde el 'procès' a la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos, la Iglesia, o la querella anunciada por la Fundación Francisco Franco en su contra. El presentador considera que "en España nunca ha habido una derecha normal" y pone de ejemplo que "fue el único sitio donde ganó el fascismo". El presentador de El Intermedio asegura que "lo de las dos Españas está intacto, igual que en los años 30".

"Los franquistas no sólo no dejaron de serlo, sino que se lo inculcaron a sus hijos", ha aseverado, al tiempo que ha justificado ser de izquierdas " porque lo que sería el centro está a tomar por culo de la realidad".