En la jornada de ayer volvió a repetirse la ola de ventas que el lunes se vivió en Wall Street. El oleaje pasaba por Asia y terminaba por romper en las aperturas de los mercados europeos. Los tres principales índices de Wall Street operaban ayer por debajo de sus medias móviles de 200 días y los 11 sectores más grandes del S&P cotizaban con pérdidas, continuando la tendencia de un mes que está siendo complicado para la renta variable.
Mientras tanto, los precios de los bonos en EE.UU. subían, llevando la rentabilidad a sus niveles más bajos en casi tres semanas. En los mercados se está produciendo una huida hacia la seguridad. Y al igual que los bonos del Tesoro estadounidense, el yen, el oro y el franco suizo, son los clásicos valores refugio. Decepcionantes resultados empresariales, preocupación por el aislamiento diplomático de Arabia Saudita, tensiones comerciales y las finanzas en Italia, generan suficiente incertidumbre como para alejarse del riesgo.
En relación a estas últimas, la Comisión Europea decidía ayer rechazar el presupuesto de Italia para 2019 y ha pedido a Roma que presente un nuevo documento en tres semanas, ejerciendo por primera vez una potestad que adquirió durante la crisis de deuda soberana. El vicepresidente de la CE en rueda de prensa señalaba que "el Gobierno italiano está yendo en contra de los compromisos que hizo de manera abierta y consciente".
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