El PP sigue sin candidatos: Casado y su estrategia que pocos entienden en el partido

Según informa este lunes el diario 'ABC', las elecciones andaluzas del 2 de diciembre han cambiado los planes previstos por el PP para dar a conocer sus candidatos a las elecciones municipales y autonómicas de mayo.

Los primeros espadas de las listas solo se conocerán después de que los andaluces voten. Un plazo que provoca, según el diario, "nerviosismo" en sectores del partido, como el PP madrileño. Desde la Ejecutiva popular se insiste en que se busca, sin prisa, los mejores candidatos para acometer una modernización tranquila en el PP.

En su entorno aseguran que habrá aspirantes innovadores, pero que, en todo caso, será una renovación "por adición, y no una revolución interna". También reconocen que se han puesto en marcha encuestas internas para pulsar la opinión de los militantes.

La alcaldía de Madrid se quedó sin candidato tras el adiós por la puerta de atrás de Esperanza Aguirre, que pasó en poco tiempo de ser líder del partido a nivel nacional a abandonar la política por segunda vez, esta vez de manera definitiva. La política municipal esperaba a una Soraya Sáenz de Santamaría, una Dolores de Cospedal o un Antonio Pizarro para aspirar a la alcaldía tras la etapa de Manuela Carmena, pero no hay grandes nombres y todos se han echado atrás. Así las cosas, José Luis Martínez-Almeida queda como portavoz y única voz autorizada, pero sin carisma ni pegada en el electorado.

Lo mismo ocurre con la Comunidad: Ángel Garrido consiguió tomar el relevo de Cristina Cifuentes pero no goza de ningún respaldo en la cúpula del PP para continuar más allá de la primavera de 2019, en unas elecciones que tampoco tienen cabeza de cartel, como para el ayuntamiento de la capital.

En el PP temen que Casado está demasiado volcado en la política nacional para hacer oposición al Gobierno central de Pedro Sánchez y parece descuidar la primera gran pugna electoral que llega en mayo, con las autonómicas y municipales. Todo lo que no fuera recuperar algunas comunidades perdidas en 2015 y grandes ayuntamientos como Valencia o Madrid será un duro varapalo con el que tendrá que lidiar Casado y que limará la confianza puesta en él como gran líder.