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El feminismo no se vende

lunes 05 de noviembre de 2018, 09:29h
El feminismo no se vende
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(Foto: Mónica Moss)

Me quedé petrificada, como en la canción de Gloria Gaynor. Miraba el anuncio, la imagen y sobre todo el mensaje: las chicas pueden hacerlo. ¡Pues claro! ¡No te jode! (Pensé). Recordé el anuncio del luminoso de la marca de ropa de la semana anterior. Éste último, más acertado a mi entender en su simbología y target.

La incursión de mensajes feministas en todo tipo de anuncios, textos y campañas publicitarias nos rodea. Después de tantos años de publicidad machista y sexista a priori parece sonar todo bastante bien. Pero no. Por un lado la generalización de ciertos mensajes feministas en el “mundo mainstream” podría generar algo de calado que nos empodere… Pero, en realidad intuyo que nada va más allá del mero reclamo publicitario que permita vender más. (Quizá mejor también, eso sí).

Me aparto el flequillo. Empiezo a notar como empieza a arder mi frente, presintiendo que pronto algún anuncio de legumbres tomará algún slogan reivindicativo como instrumento errático para vender más garbanzos. En ésta línea lo único que aceptaría sería a la gran abuela de la fabada mostrándonos su faceta contestataria de las juventudes sufragistas y republicanas, que en ese caso, y sólo por su solera… ¡molaría lo más grande!

Pienso últimamente bastante en este tema, mientras me viene a la cabeza la canción de Leño, 'El Oportunista'. De la cual decían las malas lenguas, que estaba dedicada a un famoso cantante de rock que iba y venía según las modas, dándoselas de aquello que vendía en cada momento. Y es que aunque las modas a veces nos acercan corrientes de pensamiento y el latir de las calles, otras, las vulgariza tanto que acaban matando lo mejor de sus ideas y lo más interesante, el camino de luz que realmente promueven. Tanto mercadear con ideales de un modo superficial acaba destruyendo parte de la fuerza de aquello que inmanentemente condensa.

El oportunismo no deja de ser una declaración de falta de personalidad y de querer ir según resuene la corriente. Que se lleva el feminismo, pues haz casting rápido para sacarnos de la manga unas cuantas figuras que puedan encajar en eso que ahora es moda o tendencia que habrá que aprovecharse. Aprovechar para vender más camisetas, libros, discos o kilos de garbanzos.

De entre los personajes realmente importantes y verdaderamente influyentes, y no me refiero a los “influencers” si no a esos que de veras generan un impacto social en su entorno por la credibilidad de sus ideas, obras y pensamiento crítico, surgen algunos fakes/oportunistas arropados por grandes compañías bien dispuestos a representar de alguna manera sus intereses, contribuyendo a sus millonarios negocios.

De verdad pienso que nuestras ideas de igualdad no deberían ser tomadas a la ligera como para dar a engaño a frivolizaciones. Reconozco que es un tema delicado sobre el que es importante reflexionar. Nuestra lucha es muy seria como para desnaturalizarla o transmitirla a través de figuras que no entiendan la importancia y transversalidad social de los conceptos.

Cada uno obviamente es libre de vender lo que quiera y cómo quiera, pero nosotras mujeres debemos pensar bien qué queremos conseguir y dónde queremos estar en unos años. Si convertimos el feminismo en una simple moda… ¿qué pasará cuando se acabe?

¿Dónde estaremos cuando nos digan que ya no se lleva?

Por una vez deberíamos dejar fluir la corriente y no vanalizar nuestra lucha en pos del mercantilismo. El feminismo aunque VENDE, ¡¡¡NO SE VENDE!!!

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