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'Ante la jubilación': otra vez aquí los fantasmas del nazismo

'Ante la jubilación': otra vez aquí los fantasmas del nazismo

lunes 03 de diciembre de 2018, 18:22h

Jorge Luis Borges ya advirtió de que “nada es que no haya sido y que no será”. El fascismo no está, ni mucho menos, exento de la posibilidad de reencarnarse como advierte a lo largo de toda su obra otro grande de las letras europeas, el poeta, novelista y dramaturgo austriaco Thomas Bernhard (1931-1989), y en especial en un enorme drama satírico que tituló ‘Ante la jubilación’, y que ahora rescata el gran director de escena polaco –sin duda, hoy uno de los más grandes en Europa-, Krystian Lupa. Ha podido verse, dentro del XXXVI Festival de Otoño de Madrid, que terminó ayer su andadura, pero continuará representándose en el Teatro de la Abadía hasta el próximo 16 de diciembre. Tres grandes actores catalanes, Mercè Aránega, Pep Cruz y Marta Angelat, encarnan en escena con verdadero primor los personajes de los tres hermanos que Lupa ha rescatado en este justo momento histórico para denunciar la fuerza creciente que están teniendo en Europa los populismos de uno y otro signo.

‘Ante la jubilación’ se inspira en un hecho real, el llamado “caso Filbinger”. Hans Filbinger, primer ministro de Baden-Wurtemberg, dimitió en 1978 cuando se hizo público que había sido juez de la marina hitleriana y que había firmado numerosas condenas a muerte. En el drama de Bernhard son los tres hermanos Höller (Rudolf, Vera y Clara) quienes, como cada 7 de octubre, celebran el aniversario de la muerte de Himmler, el ideólogo del Holocausto, al que Rudolf idolatra. Vera bebe los vientos por su hermano al que obedece y admira de forma enfermiza y con el que mantiene relaciones incestuosas. Y el tercer lado del triángulo familiar es el formado por Clara, que una bomba aliada la mantiene en silla de ruedas desde que iba al colegio. Las relaciones entre los hermanos son tan tóxicas, tan enfermizas y llenas de rencor y de odio que ni siquiera la hipocresía que los tres se ven obligados a mantener puede salvar a la familia de una tragedia anunciada…

Lupa maneja el tempo de la acción de una forma magistral. Los largos silencios que se mantienen en las relaciones de los tres hermanos carga la escena de una tensión brutal que anuncia que el drama va a estallar en mil pedazos y en cualquier momento. Entretanto, el tiempo discurre inexorable, decidido, implacable (bellísimo el paso del mediodía al atardecer a través de la luz de ese inmenso ventanal, o del tic-tac del reloj de pie que resuena en algún lugar de la casa…). Todo sucede en medio de un salón de corte clásico, de familia media acomodada –aparador, espejo, grandes puertas blancas con cristales esmerilados, sillones confortables…-. El que corresponde a la familia de Rudolf, actual presidente de la Audiencia, y antiguo comandante de un campo de concentración alemán, aunque la familia ya se ha encargado de ocultar este hecho ante la sociedad local. Sus hermanas, Vera y Clara, viven con él y son las únicas depositarias de ese turbio pasado del jurista...

Es una delicia observar la lección de interpretación de Mercè Aránega como Vera, esa hermana entregada y odiosamente servil con su adorado hermano; de Pep Cruz como ese Rudolf que no ha dejado de abrazar su épico pasado nazi y que construye su vida actual con el único fin de alcanzar la jubilación y, libre ya de ataduras, volver a intentar resucitarlo, y de Marta Angelat, que expresa tanto con sus silencios llenos de rencor contra todo y contra todos, como sus dos hermanos con tanta verborrea hipócrita y falsamente compasiva con la hermana lisiada.

Piotr Skiba, que ha diseñado un elegante vestuario para los tres personajes; Roger Ábalos, diseñador del minucioso y realista espacio sonoro, y Łukasz Twarkowski, autor de la videoescena, que aún exagera más el hiperrealismo que caracteriza la propuesta escénica, complementan un trabajo impecable de Krystian Lupa, el indiscutible maestro de la escena polaca y europea.

Teatro comprometido, metafísico, que huele al expresionismo alemán de entreguerras y que es iluminador del ayer, del hoy y del mañana. Los signos están ahí, al alcance de quien quiera verlos, y a viejos maestros como Lupa les corresponde la función de señalarlos con el dedo. Una obra maestra.

‘Ante la jubilación’

Autor: Thomas Bernhard

Traducción: Eugeni Bou

Dirección, escenografía e iluminación: Krystian Lupa
Reparto
: Mercè Aránega, Pep Cruz y Marta Angelat

Diseño de vestuario: Piotr Skiba

Vídeo y colaboración artística: Łukasz Twarkowski
Espacio sonoro: Roger Ábalos

Producción: Temporada Alta / Teatre Lliure

Teatro de La Abadía, Madrid

Hasta el 16 de diciembre de 2018

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