El Real Madrid ganó con polémica 1-2 al Levante por las decisiones arbitrales -los dos tantos fueron de penalti- pero hubo una situación aún más controvertida: la nueva celebración polémica de un tanto por parte de Bale.
El galés, tras el corte de manga a la afición atlética en el derbi madrileño, volvió a marcar este fin de semana, de penalti, y en lugar de celebrarlo, pareció que quería dejar claro su enfado con el mundo. Evitó con un mal gesto a su compañero Lucas Vázquez, que había corrido para abrazarle, y fue esquivando madridistas hasta que ya fue tan absurda su postura que dio la mano a algunos en el centro del campo, tras una carrera que más parecía un movimiento de rugby para evitar rivales.
Tan polémico fue el episodio, que todos los blancos fueron preguntados sobre ese momento tras el partido. Solari, su entrenador, evitó polemizar más si cabe por otra acción que dio mucho que hablar: apenas calentó en la banda, esperando una oportunidad, parece que enojado por su suplencia: "Yo le he visto que estaba pletórico en el vestuario porque marcó. Son especulaciones vuestras ya que él estaba esperando para entrar". Y continuó: "Yo le dije que esperara. Me encantó como entró y con la rabia que saltó al campo. Nos dio la victoria y muchísimo trabajo. Cuando nos quedamos con diez cumplió una doble función arriba y me pareció fantástico su partido".
Sobre el gesto de la celebración, evitando a sus compañeros, comentó: "Ustedes tienen muchos más ojos, nosotros estamos ahí y lo que vi es que entró con rabia a comerse el campo y a ayudar el equipo. Estoy contento y después que celebre los goles como quiera".
Su compañero Reguilón evitó controversias: "Bale no está mustio. Ha metido el gol y ha estado contento, celebrándolo con todo el mundo".
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