El duro alegato de Pérez de los Cobos contra los Mossos en el juicio del procés

El coronel Diego Pérez de los Cobos ha declarado como testigo en el juicio del procés, dada su condición de coordinador del dispositivo policial del 1-O. Su testimonio ha comenzado por el momento en el que el fiscal superior de Cataluña le designó la tarea de coordinar a los tres cuerpos policiales: Mossos d'Esquadra, Policía Nacional y Guardia Civil.

La relación con Trapero y las dudas sobre los Mossos

Pérez de los Cobos ha dicho que la relación con el ex major de los Mossos, Josep Lluís Trapero ha sido "siempre difícil", ya que Trapero rechazó desde el primer momento su designación, e intentó revocarla, según ha explicado ante las preguntas de la fiscal, Consuelo Madrigal.

"Dudas sobre cuál sería la actuación de Mossos el 1-O las teníamos nosotros y la ciudadanía desde mucho tiempo antes, cuando anunciaron que convocaban la consulta que había sido declarada ilegal", ha manifestado.

Pérez de los Cobos ha dado cuenta de las reuniones previas al 1-0, desde el 21 de septiembre, cuando fue designado coordinador del dispositivo. El 25 de septiembre, Trapero no acudió a la reunión y envió al comisario Ferrán López, y en la reunión del día 27, el ex major presentó un escrito pidiendo que se revocara el nombramiento del coronel de la Guardia Civil como coordinador.

"Dada la fuerte contestación de la Generalitat y Mossos, yo intenté dejar claro en las reuniones que era un coordinador, algo diferente a la función de mando", ha insistido.

La fiscal Madrigal se ha detenido en la Junta de Seguridad del 28 de septiembre, a la que asistió Trapero, así como miembros del Govern, entre ellos, el ex presidente Carles Puigdemont.

Pérez de los Cobos ha contado que "Puigdemont dijo en todo momento que la convivencia ciudadana era el bien superior y yo le dije que había que cumplir el mandato judicial de impedir el referéndum, pero otra cosa es hablar sobre cómo hacerlo".

"Hubo un ambiente muy tenso porque no olvidemos que los que estaban en la mesa eran los convocantes de la actividad que nos habían ordenado impedir. Estaba también Trapero que aunque recibió la orden de impedir el referéndum, se presentó en la Junta de Seguridad, se sentó en el lado de la Generalitat, no solo asistió sino que hizo intervenciones en la línea con el Govern, con los convocantes de la actividad ilegal".

Según ha dicho, en esa reunión, el ex conseller de Interior, Joaquim Forn volvió a decir que "no habían pedido el apoyo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado" y que era suficiente con los Mossos, y que serían ellos los únicos que actuarían para impedir el referéndum, mientras que policías y guardias civiles solo actuarían por requerimiento de los Mossos".

"Le dije a Forn que eso no era así, que si los Mossos no actuaban como se traslucía en las intervenciones de Trapero, eso de no afectar a la convivencia ciudadana era la excusa para la inacción policial, y les dijimos que teníamos la obligación de actuar", ha señalado.

Pérez de los Cobos, igual que el delegado del Gobierno, Enric Millo, le pidió a Puigdemont desconvocar el referéndum para mantener la prohibición sin afectar a la convivencia ciudadana. Un requerimiento que fue desoído por el ex president.

"El auto judicial pedía que se impidiera el uso de locales para la consulta, no decía explicitamente que se cerraran los locales, pero tampoco lo prohibía. Debía impedirse el uso de esos centros para actividades de preparación del referéndum", ha dicho.

"El dispositivo de los Mossos estaba encaminado a facilitar el desarrollo de la consulta en lugar de impedirla"

Pérez de los Cobos ha relatado la situación previa a la jornada del 1-O. "Habíamos contemplado dos hipótesis: el escenario A, el deseado, un dispositivo en coordinación con los Mossos, en el que ellos adoptaran medidas para impedir el referéndum y nosotros actuaríamos por requerimiento suyo. Y el escenario B, si se cumplía nuestra sospecha de que el dispositivo de Mossos era insuficiente, inadecuado o ineficaz, actuaríamos de propia iniciativa".

"Durante la madrugada del 1-O, habíamos dispuesto una serie de elementos sensores para detectar lo antes posible en qué escenario nos encontrábamos. Esa mañana conversamos con todo el personal y vimos que lamentablemente nos acercábamos al escenario B. Hablé con los jefes de la Guardia Civil y la Policía Nacional y vimos que se daban las tres condiciones que habíamos puesto: insuficiencia, inadecuación e ineficacia. No estaban impidiendo el referéndum y tuvimos que actuar"; ha explicado.

Sobre la suspensión de las reuniones programadas para coordinar la actuación de los tres cuerpos, Pérez de los Cobos ha dicho que decidió suspenderlas cuando vio que "no había unidad de propósito por parte de los Mossos".

Según ha contado, sobre las 9 de la mañana del 1-O, Ferrán López le envió un correo electrónico con un listado de 233 locales para los que requería el apoyo de las Fuerzas de Seguridad del Estado. "Esa petición nos reafirmó en nuestra idea de que la actuación conjunta había terminado porque no parecía lógico que si los Mossos llevaban desde las 6.00 horas en los colegios electorales, nos dieran un listado de esa envergadura y con muchos locales en los que sabíamos que nuestra actuación iba a ser complicada".

"Con Trapero tuve una conversación a mediodía del 1-O y tuvimos una diferencia de criterio sobre lo que estaba haciendo cada uno. Cuando empezamos a actuar nos encontramos con la segunda gran sorpresa: primero fue la inactuación de los Mossos, y en segundo lugar, el grado de virulencia que tuvimos que hacer frente cuando llegábamos a estos locales para cumplir con el mandato judicial", ha contado.

"No hubo ninguna carga policial"

Según ha dicho, en la mayoría de colegios electorales, "había grupos perfectamente conformados que mediante la fuerza física trataron de impedir el acceso de los agentes que tenían la obligación de impedir el referéndum. La actuación pretendió siempre ser lo más escrupulosa posible, profesional y proporcional, exclusivamente enfocada a retirar el material para la consulta, y en ningún caso se encaminó sobre las personas que estaban allí, ni se intentó desalojar ni cerrar".

"Nos encontramos una situación de una gravedad mayor que la que preveíamos, en esas murallas humanas había grupos organizados, con una clara jerarquía, vimos gente encapuchada y gente que avisaba de nuestra llegada para impedir nuestra intervención", ha afirmado.

Pérez de los Cobos ha confirmado que hubo que abortar actuaciones "en no pocos casos dado el alto grado de hostilidad y agresividad" que se encontraron lo agentes.

El coronel de la Guardia Civil ha reiterado que "no hubo ninguna intervención sobre votantes, salvo contra quienes trataban de impedir el acceso al local".

"No hubo ninguna carga policial ese día, una carga policial es una disolución o el desalojo de un local, estas unidades evitaron llegar a desalojar los locales aunque estaban habilitados para hacerlo. No lo hicieron porque pretendían conseguir el cumplimiento de la orden recibida con el menor coste posible. Si hubiera habido cargas, las consecuencias hubieran sido superiores a las que hemos visto", ha insistido.

Pérez de los Cobos ha negado, tal como se ha publicado en muchas ocasiones, que se detuviera a mediodía la actuación policial. "No se de dónde ha salido eso, hubo actuaciones por la tarde, e incluso alguna se inició a las 17:50 horas". Según ha explicado, hubo menos actuaciones por la tarde, ya que el mandato judicial fijaba como prioritaria la intervención entre las 7.30 horas y las 10.00 horas, y porque además, hubo un llamamiento del entonces president, Carles Puigdemont a los ciudadanos para "defender las urnas".

"Esto complicó muchísimo más nuestras actuaciones porque el grado de virulencia se incrementó muy considerablemente. Las actuaciones de nuestras unidades que durante las primeras horas duraban menos, a primera hora de la tarde se prolongaban en el tiempo, alguna más de una hora".

Pérez de los Cobos ha acusado a los Mossos de pasividad en la jornada, y ha llegado a decir que estaban más encaminados a favorecer la consulta que a impedirla. "En la inmensa mayoría de centros no solo se había producido la votación, sino que hbaía muchos mas votos que censo, el doble o triple. Era difícilmente compatible que Mossos hubieran parado la actividad y la Generalitat dijese eso, o mentían alguien o mentían los dos. Los Mossos esperaron a que terminase la votación y cuando acabó, con la colaboración de los organizadores, recibieron las urnas y papeletas y lo anotaron como colegio cerrado, aparentando el cumplimiento del auto aunque permitieron la actividad todo el día".

Además de la pasividad, el coordinador del dispositivo policial ha acusado a los Mossos de haber "haber ido mucho más allá hasta intentar obstruir la actuación de nuestra propia fuerza", en al menos "10 u 11 casos". Según ha dicho, en esos casos, "nos dejaban más en evidencia ante los que intentaban impedir nuestro acceso, si ven que otro cuerpo policial uniformado, que pasa de no hacer nada, les hace dudar si nuestra actuación es legítima, pero si encima se interponen, provocan una situación más grave".

El coronel ha reiterado que no le consta que los Mossos retiraran el material para la consulta en ningún centro y ha zanjado que, a su juicio, "el dispositivo de los Mossos estaba encaminado a facilitar el desarrollo de la consulta en lugar de impedirla"