El miércoles pasado la Reserva Federal norteamericana descartaba una nueva subida de tipos de interés en 2019 y anticipaba que a partir de mayo reducirá el ritmo de ajuste de su balance a la vez que ajustaba a la baja las previsiones de crecimiento para los próximos meses. El dólar reaccionó con volatilidad en las siguientes 48 horas, cotizando entre los 1,1450 Eur/Usd que se alcanzaron tras el comunicado de la Fed y los 1,1280 Eur/Usd registrados el viernes. En los mercados de bonos también se han registrado variaciones, siendo más intensa en los soberanos de los países considerados sin riesgo como Estados Unidos y Alemania. Desde el comunicado de la Fed el miércoles, la rentabilidad del bono norteamericano a 10 años ha pasado de 2,62% al 2,41% que cerró ayer. Si comparamos con la rentabilidad de las letras del Tesoro norteamericano a 3 meses, que está en 2,44%, vemos como la curva de tipos en Estados Unidos se ha invertido ligeramente, siendo la primera vez que ocurre desde mediados de 2007. Lo natural es que la pendiente de la curva sea positiva, que los tipos de largo plazo sean superiores a los de corto. El presidente de la Reserva Federal de Chicago dijo ayer que era comprensible que esta situación generase cierto nerviosismo en los mercados de deuda y reafirmó la fortaleza de la economía norteamericana.