Pulso de testosterona: Aznar responde a Vox que "mirándome a la cara, nadie me habla de derechita cobarde"

Tal y como se le acusa en los medios y en círculos políticos, la derecha sigue tirando de ejemplos de testosterona pura a la hora de dirigir sus discursos. Y es que ayer miércoles, el ex presidente del Gobierno José María Aznar echaba una mano al PP, partido al que vuelve a apoyar, y respondía a Vox que "mirándome a la cara, nadie me habla de derechita cobarde". Hacía referencia a esa popular y exitosa frase con la que se refirió Santiago Abascal al PP en su espectacular mitin de Vistalegre el pasado otoño.

Aznar, que participaba en un acto de precampaña electoral del PP en Valencia, fue muy contundente para desligarse del todo del partido de Abascal con una frase lapidaria: "A mí, mirándome a la cara, nadie me habla de una derechita cobarde porque a mí no me aguantan la mirada". Era una forma de romper cualquier ligazón en el pasado con la formación ultraconservadora, con la que coqueteó cuando mantenía sus peores relaciones con el PP de Mariano Rajoy y esta formación nacía y crecía para distanciarse del partido de origen de Abascal.

Aznar ya pidió hace meses que Vox echara atrás en su intento de ser alternativa de la derecha clásica porque dividía el voto y el PP antes había sabido aunar todas las familias de ese sector político: conservadores clásicos y democristianos, liberales y centristas. "Hay que mirar bien lo que se dice, hay que tener bien la cabeza", sostuvo Aznar ayer, considerando que "si se divide, se pierde y, si se une, se gana, y en España hoy no se trata de repartir armar sino de juntar votos".

Por si quedaban dudas, calificó a Pablo Casado de "líder formidable" y, sin pedirlo explícitamente, pidió a Vox que apoyen también al nuevo PP tras la era Rajoy.