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Ignacio Aguado: "Nunca ha habido desavenencias con Rivera"

martes 02 de abril de 2019, 09:51h
Ignacio Aguado: 'Nunca ha habido desavenencias con Rivera'
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(Foto: Kike Rincón / Mdo)
Tiene poco más de media hora porque él, aunque es hombre, también quiere "conciliar". Ignacio Aguado (Madrid, 1983) atiende a Madridiario antes de irse a casa a hacerse cargo de su hijo. La entrevista se produce en la Asamblea, donde él ha "aprendido" a ser diputado en los últimos cuatro años. Ahora quiere ser presidente de la Comunidad de Madrid y lo dice, sin pelos en la lengua, desde el despacho en el que los naranjas comparten planta -la segunda- con el PP, su único socio preferente. Dispuesto a "hablar" -que no a gobernar- con todos, también con Vox, se compromete a establecer un compromiso de puntualidad en el Cercanías y a retomar las medidas de regeneración tumbadas por "el duro muro del bipartidismo".

Uno de sus recientes actos públicos consistió en un almuerzo en el que usted fue presentado por Leopoldo López. ¿Le beneficia en campaña el apoyo de Ciudadanos a Venezuela? ¿Cree que los madrileños están preocupados por lo que ocurre allí?

Yo creo que sí les importa y, si no nos importa a los madrileños, nos debería importar. Porque es un pueblo hermano que lo está pasando mal, que era rico y que en los años 60 tenía un PIB per cápita tres veces superior al de España y ahora está en la más absoluta miseria porque se lo han cargado. Es un ejemplo de cómo con el populismo, el chavismo, un país con una democracia consolidada y con una de las mayores reservas de gas y petróleo se puede ir a pique. Me parece que hay un compromiso, más allá de lo político, a nivel de principios y a nivel humano con Venezuela.

A nivel nacional, le hago la misma pregunta. ¿Entienden los madrileños el discurso catalán de Ciudadanos Madrid? ¿Y su veto a Ángel Gabilondo por este motivo?

Es lo mismo. Más allá de una base programática, tiene que haber unos principios. Y el programa de gobierno que yo pretendo llevar a cabo está sustentado en la libertad, en la igualdad y en la solidaridad entre españoles. Por eso no vamos a permitir un gobierno en manos de un partido que no comparta estos tres pilares y que entienda que Cataluña como territorio necesita un trato preferencial o distinto respecto a la Comunidad de Madrid, que piense más en derechos de territorios que en derechos de personas, que considere que su socio preferente para llevar a cabo una legislatura es [Quim] Torra, que nos insulta a todos llamándonos bestias taradas y demás lindezas. Nosotros somos coherentes con nuestros principios. Es el PSOE el que tendrá que explicar su cambio.

¿Van a influir las elecciones generales el 26 de mayo?

Yo creo que sí, y el que piense que no, me parece que se equivoca. Vienen muy seguidas [son el 28 de abril] y en las generales podremos ver cómo va el ruido político y el feeling de los españoles.

Si lo estatal influye tanto en lo autonómico, teniendo en cuenta que Cs fue el partido del 'no a Rajoy', ¿cómo va a convencer usted del 'no a Gabilondo'?

En aquel momento no estábamos viviendo una época posterior a un intento de golpe de Estado ni teníamos un Gobierno de España que pactara, precisamente, con quienes intentaron saltarse la ley.

Pero estaba la corrupción. Era un no tajante, como el de ahora, pero por otro motivo..

Llegado el momento había dos opciones: o formar Gobierno o ir a terceras elecciones. Y por eso hubo que reaccionar, intentar firmar un acuerdo de investidura que limitara la capacidad de acción del PP, que fue lo que hicimos: imponer medidas sociales y económicas concretas pensando en el interés general.

Foto: Kike Rincón

¿Si la alternativa en Madrid fuese la misma: pactar con Gabilondo o repetir elecciones?

No creo que se vaya a dar esa situación. Y si no sumamos, nos iremos a la oposición, igual que en el Congreso de los Diputados. Si la suma de PP y Cs no da, los españoles tendrán que saber que gobernará [Pedro] Sánchez con los separatistas y Gabilondo, con [Íñigo] Errejón.

En un Parlamento tan fragmentado, como parece que va a quedar, ¿es viable que gobiernen solos PP y Ciudadanos?

A día de hoy es la coalición más lógica y la más natural, teniendo en cuenta que el objetivo número uno que nos hemos marcado a nivel nacional y en la Comunidad de Madrid es evitar que el sanchismo llegue a la Puerta del Sol y, por supuesto, a La Moncloa. Y por coherencia, porque no identificamos ningún matiz entre el discurso de Sánchez y el de Gabilondo, vamos a hacer lo mismo en el Gobierno de España y en la Comunidad de Madrid.

¿Pero le van a dar los números para gobernar solo con el PP en Madrid?

Yo voy a trabajar para que Ciudadanos sea la opción mayoritaria y podamos liberar un gobierno. Y para que los extremos no cojan fuerza ni sean decisivos ni condicionen el futuro del gobierno. Porque si condicionan los gobiernos van a lastrar los objetivos que yo me he marcado como presidente de la Comunidad y que son muy ambiciosos. Si hay una excesiva polarización del debate en la Asamblea y los extremos tienen mucha fuerza va a ser muy complicado llegar a acuerdos. Va a haber debates ideológicos muy interesantes, seguro, pero reformas de utilidad, pocas.

¿Entendemos que Vox es un extremo?

Bueno, se sitúa a la derecha del PP. No hay nada más a la derecha del PP.

¿Pero considera usted a Vox un partido de ultraderecha?

Yo lo que considero es que Vox no tiene representación parlamentaria y, en muchas cosas, todavía no se ha posicionado, cosa que partidos como Podemos, sí. Pero yo no sé qué opina Vox, por ejemplo, sobre Transporte o Dependencia, y no me gusta centrarme en esta formación política específica porque no tiene siquiera representación en la Asamblea. Pero, aún así, en algunos planteamientos tiene una visión que lo que pretende propiciar es un retroceso y yo lo que quiero es avanzar y progresar. Por lo tanto, al tener determinados planteamientos que son muy maximalistas y, en algunos casos, contrarios a lo que defiende Ciudadanos, yo voy a trabajar hasta el 26 de mayo para que no sea decisivo.

¿Puede afirmar que no va a gobernar con Vox?

Yo he dicho en varias ocasiones que para ser presidente voy a tener que hablar con todos los que tengan representación. Porque quiero ser el presidente de todos los madrileños, no solo de una parte. Pero una cosa es hablar con todos y otra cosa es gobernar con los extremos. Y yo no gobernaré con los extremos. La Comunidad de Madrid necesita proyecto, honestidad y gestión pero no extremos. Yo quiero llevarla a ser la región más próspera de Europa y para eso no necesito planteamientos extremistas, sino buenos gestores y mirar al futuro y dejarnos ya de derechas o de izquierdas.

Aunque Vox no forme parte del Gobierno, si firman un pacto de investidura también supone una sociedad con el Ejecutivo. ¿Aceptará que le impongan ciertas medidas?

Yo intentaré poner encima de la mesa un proyecto tan atractivo como para que ninguna formación política se oponga a ello. Y si se oponen, por ejemplo, a eliminar aforamientos, a invertir más en Sanidad y Educación públicas, a limitar los mandatos presidenciales a un máximo de ocho años, a un compromiso de puntualidad en Renfe, tendrán que explicarlo. Y en el caso de Vox, si se opone a ese proyecto y a esa investidura, tendrá que asumir que gobernarán entonces Gabilondo y Errejón. Pero le corresponderá a ellos explicarlo.

En su proceso de selección, usted se impuso con el 80% de los votos a los 13 rivales de las primarias pero, tras el escándalo en Castilla y León con el 'pucherazo' de Silvia Clemente, también hubo sospechas de irregularidades en Madrid. ¿Está libre de sospecha?

Lo primero es que partidos como el PP no tienen ningún tipo de problema con las primarias porque no las hacen, es el dedazo divino de [Pablo] Casado quien elige a los candidatos. En Cs llevamos muchos años haciendo primarias. En cuatro años hemos hecho 300 primarias. Y en solo una de ellas se ha detectado una incidencia, una irregularidad, que se solventó en 24 horas. El Comité de Garantías resolvió que había ganado Paco Igea y solucionado. Yo estoy agradecido de que el partido tenga ese sistema para resolver estos incidentes en 24 horas.

En la Comunidad de Madrid hubo algún candidato que pidió explicaciones e información al Comité de Garantías y éste emitió un informe en el que decía que no se habían detectado anomalías. Por lo tanto, también agradecido, porque se ha vuelto a resolver.

Antes de llegar a este proceso había rumores de que su candidatura podría peligrar por ciertas desavenencias con Albert Rivera. ¿Es así?

Nunca ha habido desavenencias con Rivera, ni con [el secretario general de Cs, José Manuel] Villegas ni con nadie de la dirección nacional. Todo lo contrario. Tenemos una muy buena relación. Con Albert, además, tengo una relación personal, puedo considerarle amigo. Y nunca ha habido ningún tipo de duda, ni de tensión. Todo lo contrario. Además, Albert sabe que si me pide que dé un paso al lado, yo lo habría dado sin problemas, que yo estoy aquí para sumar.

¿Sigue contando, entonces, con la confianza de la dirección nacional de su partido?

Sí, sí. Absolutamente.

¿Y tiene las manos libres para elaborar sus listas electorales?

Sí. Tenemos la capacidad de proponer nuestra propia lista, de intentar atraer talento, y esa sí es mi responsabilidad, la responsabilidad del Comité Autonómico. Pero luego la decisión final la tiene siempre el partido, sí es el Comité Ejecutivo el que autoriza toda la lista.

Vamos, que de momento no le han vetado ningún nombre ni le han impuesto otros...

No. Nunca me han vetado a nadie ni me han exigido incluir a nadie. Todo lo contrario. Hay bastante autonomía y es de agradecer, también.

La mayoría de diputados madrileños va a repetir con usted. ¿Ha habido ya alguna baja?

Todavía estamos pensándolo. No tenemos las listas cerradas definitivamente. Esta semana, seguramente, lo llevaremos al Comité Autonómico para que se apruebe y, a su vez, se eleve a la Ejecutiva nacional. Pero por ahora hay definitiva la incorporación de Eva Bailén, que fue la impulsora de la recogida de firmas por la racionalización de los deberes escolares y que será nuestra responsable de Educación.

Y César Zafra, que será el número dos...

Eso es. En cualquier caso, los números a nosotros nos dan un poco igual. Eso no tiene demasiada importancia, creo. Yo quiero tener gente potente en cada una de las áreas para poder gobernar con gente solvente.

¿Me va a desvelar algún otro nombre?

Pues... (duda)... todavía no. Esta semana presentaremos uno o dos nombres más y antes del 17 de abril, que es cuando vence el plazo, estará la lista completa.

Foto: María Alcaide

En ese caso, volviendo a Eva Bailén como responsable de Educación, esa ha sido una de las materias primordiales para Cs en esta X Legislatura. Han conseguido la gratuidad de las escuelas infantiles de 0 a 3 años, de los libros, etc. ¿Se entiende esta apuesta por la pública con su apoyo, también, a la concertada y la privada? ¿Por qué votaron a favor de la creación de tres nuevas universidades privadas?

Una cosa no quita a la otra. Partiendo de la premisa de la libertad de elección para que las familias decidan el tipo de Educación que quieren para sus hijos, nosotros tenemos que garantizar que haya esa libertad de elección, que las familias puedan elegir si llevan a sus hijos a una escuela privada, concertada o pública y, en segundo lugar, cuidar de lo que es estrictamente público. O, mejor dicho, de la Educación sostenida con fondos públicos, para que tengan la mejor calidad posible y satisfaga las necesidades de las familias madrileñas.

En cuanto a la aprobación de las tres universidades privadas, ¿por qué oponernos? ¿Qué mal hace a la sociedad que haya tres universidades privadas más, además, de la trayectoria de universidades como CUNEF o ESIC, que llevan años siendo centros adscritos?

Pero hubo muchas voces que protestaron porque consideran que no tienen entidad suficiente para ser universidades...

Si tienen entidad o no tienen que decidirlo los estudiantes. Si los madrileños siguen apostando por ir a una universidad como CUNEF y CUNEF sigue teniendo esos índices de empleabilidad tan altos que tiene, igual que ESIC, ¿por qué vetarlo?. Solamente entiendo el veto desde un punto de vista ideológico y yo no lo comparto. Por lo tanto, aprobamos las universidades privadas, pero también intentamos garantizar que hay calidad en la pública, que hay equidad y que se sigue invirtiendo para aumentar y mejorar el personal docente, y que se sigue teniendo futuro en la Comunidad de Madrid sin dejar ninguna de las opciones descolgadas.

En Sanidad, usted ha sido más estricto con respecto a las privatizaciones de los hospitales. Ha dicho que no quiere el modelo de Aguirre y que no está de acuerdo con la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, en esa apuesta. ¿Es partidario de revertir las privatizaciones que ya se llevaron a cabo en su día?

Yo no soy partidario de privatizar la Sanidad pública. Si yo soy presidente, no se va a privatizar. Y tampoco me gusta el modelo por el que apostó el PP en el pasado, que entendía la Sanidad como aumento de infraestructuras y de ladrillo. Eso ha provocado una ausencia de recursos para invertir en lo que ya había y ha impedido ser más eficientes a la hora de optimizarlo. Oye, está muy bien construir hospitales nuevos y que a todos nos queden cerca de casa, pero han dejado a medias hospitales como el Gregorio Marañón o el Doce de Octubre que por las tardes tienen seis quirófanos sin abrir. Ese no es el modelo que a mí me hubiera gustado llevar a cabo.

Puede ser esta una fuente de conflicto si finalmente gobiernan PP y Cs, ya que tienen opiniones contrarias...

No, será cuestión de ponernos de acuerdo. A mí no me gusta ese modelo por el que se apostó, pero es el modelo que tenemos hoy por hoy. No puedes echar abajo 12 hospitales. Yo ni lo permitiría ni lo haría.

¿Y revertir las privatizaciones de los públicos?

Plantearte revertir las privatizaciones... habría que ver el coste económico que eso tendría. Si hacemos números y revertir la externalización del hospital de Villalba, por ejemplo, supone más de 300 millones de euros, hay que valorarlo. Si hubiera razones objetivas para apostar por esa reversión, pensando siempre en el paciente y en el usuario, hay que estar abierto a cualquier tipo de planteamiento que redunde en el beneficio del madrileño. Pero si la atención en ese hospital es positiva, la lista de espera es adecuada, si no hay quejas sobre la atención a los pacientes, etc., pues no hay que cambiar de políticas públicas. Yo soy partidario, y sé que es valiente decirlo, de desideologizar la Sanidad. No quiero que la Sanidad esté llevada por la ideología, sino por la eficiencia en la gestión.

Otro de los motivos de conflicto con el actual Gobierno de Ángel Garrido ha sido la Ley de Suelo. Ellos les culpan a ustedes de no haberla aprobado y ustedes a ellos, de querer hacer una "chapuza" debido a las prisas. ¿Qué Ley de Suelo le gusta a Cs?

Llevamos tres años trabajando en esta Ley de Suelo. Nosotros entendemos que, al tratarse de una ley tan importante, no se puede aprobar con la mitad de la Cámara en contra porque esta ley, en los últimos 17 años se ha modificado 14 veces y siempre por la puerta de atrás, en la ley de acompañamiento de los Presupuestos donde, sin debate, se han ido introduciendo parches interesados del PP. Y yo no quiero que en dos meses estemos otra vez debatiendo una Ley de Suelo, sino aprobar una que nos permita generar estabilidad, que dé certidumbre a los inversores y a los ciudadanos y a los alcaldes durante 10 o 15 años.

Por eso desde el principio y hasta el último momento hemos intentado, al menos, conseguir la abstención del PSOE. Pero el PSOE no nos ha hecho ningún planteamiento concreto sobre qué no les gustaba de la ley, sino más bien un rechazo ideológico al modelo de suelo de PP y Cs. Es una oportunidad perdida pero espero que en la siguiente Legislatura podamos aprobar una Ley de Suelo.

Entonces ya no culpa al PP, sino al PSOE de la no aprobación de la ley...

Sí, porque desde que empezamos con la tramitación, el PSOE se levantó de la mesa y utilizó como excusa que nosotros habíamos sacado de la ley la famosa reforma de las cuatro alturas (tres, más el ático) para que sean las ordenaciones urbanas de cada municipio las que decidan a cuántas alturas se puede construir sin imponerlo desde la Comunidad de Madrid. El PSOE se fue en el día uno, prácticamente, y ya no se volvió a sentar.

Después, PP y Cs seguimos negociando la ley, con expertos en Ley de Suelo, en Urbanismo, con arquitectos... Al final quedaban algunos artículos por negociar, tampoco queríamos las prisas del PP, pero el principal incoveniente fue que el PSOE no quería bajo ningún concepto ni tan siquiera abstenerse y eso es lo que nos ha llevado a postergarlo hasta la siguiente legislatura.

Pese a todos estos inconvenientes, usted ha dicho que estos cuatro años han merecido la pena. Han aprobado cosas fundamentales para ustedes como la reforma de Telemadrid, las auditorías de la deuda, las comisiones de investigación de la corrupción... ¿Han servido para algo?

Sí ha merecido la pena esta legislatura. Si echamos la vista atrás, primero, a nivel institucional, ha habido estabilidad en la Comunidad de Madrid. Los madrileños han visto que la Comunidad funcionaba, no ha habido un bloqueo de las instituciones, no se paraba.

Salvo por la salida de Cristina Cifuentes, ¿no?

Sí, esa ha sido un bache importante a nivel institucional que también se solventó. La otra opción era bloquear la Comunidad, ponernos de perfil y decir 'como no he ganado, me llevo el Scattergories'. Pero no se hizo. Garantizamos la estabilidad, sacamos cuatro presupuestos adelante, no se han bloqueado las inversiones y hemos aumentado las partidas de Sanidad, Educación, Política Social, se han bajado las tasas universitarias un 30%, se ha conseguido la gratuidad de las guarderías infantiles, la de los libros de texto, la ley contra la LGTBIfobia, la de identidad de género, la reforma de la ley de coordinación de los policías locales, la reforma del Reglamento de la Cámara, de Telemadrid... Ha habido mucha actividad para tener un Gobierno en minoría. ¿Que han fallado cosas? Sí, sobre todo lo que tiene que ver con regeneración.

La regeneración democrática era, precisamente, una de las banderas de Ciudadanos en la pasada campaña electoral. ¿Cómo convencerá a los votantes de que va a poder impulsarla si no pudo hacerlo en los cuatro años anteriores?

Es que no hemos tenido apoyos suficientes para sacarla adelante.

Pero en muchas cosas estaban de acuerdo hasta con Podemos...

Sí, pero es que con Podemos no sumábamos, por ejemplo, para reformar el Estatuto de Autonomía. Intentamos hacerlo de forma exprés, con un único punto para hacerlo más ágil, y eliminar aforamientos. El PP y el PSOE votaron en contra. Hemos intentado crear la figura del denunciante de corrupción política. PSOE y Podemos lo han matado. PP y PSOE también han votado en contra de limitar los mandatos a ocho años, de que no puedas ser diputado y alcalde al mismo tiempo, etc.

¿Eran ustedes contra el mundo?

Claro. Con 17 diputados si llegas y te dicen 'no' y con excusas cada vez más peregrinas... Pero sí, la realidad es que nos hemos encontrado con el duro muro del bipartidismo.

¿En eso, al menos, estaría dispuesto a pactar con Podemos, Más Madrid e IU?

En la siguiente legislatura el reto está en que la situación política no se polarice tanto que haga imposible llegar a acuerdos. Yo divido la campaña en dos etapas: hasta el 26 de mayo me voy a dejar la piel para convencer a los madrileños de que no opten por los extremos y a partir del 26 de mayo asumiré los resultados e intentaré formar gobierno desde el centro. Y tanto desde el Ejecutivo como desde la Asamblea seguiré intentando eliminar aforamientos. En alguna de esas ocasiones, lo conseguiré.

Metidos en campaña, usted ha optado por una estrategia de cercanía con los votantes en la que se va de tapas con los vecinos para escuchar sus propuestas, etc. Si en la campaña anterior la regeneración era la bandera de Cs, ¿cuál va ser la medida estrella de los naranjas para el 26-M?

En nuestro programa vamos a tocar todas las áreas, porque queremos gobernar. Pero, quizá destacaría, en materia de Movilidad, tenemos fijación con resolver los problemas de Cercanías. Queremos establecer un compromiso de puntualidad. Si yo soy presidente, una de las tres primeras cosas que vamos a exigir a Renfe es el compromiso de puntualidad. Renfe ya tiene ese compromiso en Media y Larga Distancia de manera voluntaria. Y yo quiero exigírselo, exigir que indemnicen a los viajeros si los trenes llegan con más de 15 minutos de retraso. Porque, al final, el Cercanías está fallando, dando problemas, la gente no se fía y eso es un drama para un transporte público. Por eso queremos que alguien pague las consecuencias del mal funcionamiento y de la falta de inversiones. Y eso se puede hacer, porque el Consejo Regional de Transportes es el que firma el convenio con Renfe y, por tanto, no es competencia de Fomento.

Es decir, que eso se puede tocar desde la Comunidad de Madrid...

Sí, y eso lo hemos traído a la Asamblea y...¡adivina lo que han votado!

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