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'Mi niña, niña mía': fuerza y dignidad
(Foto: Sergio Parra)

'Mi niña, niña mía': fuerza y dignidad

martes 02 de abril de 2019, 10:14h

De nuevo en el escenario el horror de los campos de concentración nazi. Y otra vez porque sigue siendo necesario recordar. No es aquél un tiempo tan lejano, ni aquellos hechos horrorosos, deleznables, nos resultan hoy increíbles. No hay más que mirar a Siria o a algunos países africanos en donde miembros de las ramas autóctonas del Dáesh secuestran, violan abusan, maltratan y retienen contra su voluntad a cientos y cientos de mujeres. Este es el tema de fondo de ‘Mi niña, niña mía’, escrita a cuatro manos por Amaranta Osorio e Itziar Pascual, que ahora puede verse en la Sala Margarita Xirgu del Teatro Español de Madrid en montaje dirigido por Natalia Menéndez.

Una mujer judía, actriz (Goizalde Núñez), es detenida por la Alemania nazi y, junto a miles de mujeres más, es llevada al campo de concentración checo de Terezin. Van en trenes, hacinadas, como si fueran animales, con pequeños maletines en donde reúnen lo esencial de lo esencial para sobrevivir durante un tiempo indeterminado, con los recuerdos y las joyas de valor escondidos entre los pliegues de sus ropas por si hay que echar mano de ellas para sobrevivir. Da igual porque nada de eso sirve en un lugar donde reina el horror, la arbitrariedad, la violencia, la brutalidad, el capricho de los guardianes…

Paralelamente, otra mujer -esta, de nuestros días- entomóloga (Ángela Cremonte), está interesada científicamente por el mundo de las luciérnagas, y acaba de descubrir que es una superviviente del Holocausto. Entre aquella actriz que monta obras de teatro con los hijos de las internas en el campo de concentración, y esta joven investigadora, hay un hilo común que las une. Las dos mujeres tienen la misma sangre pero, además, llevan dentro de sí la misma fuerza, la misma esperanza, la misma dignidad y la misma luz que muchos otros cientos de mujeres que saben que, para vencer, hay que resistir a costa de lo que sea.

El extraordinario equipo artístico de 'Mi niña, niña mía', es también una garantía de la consecución de la atmósfera de terror (la dura realidad) y de ensueño (el arma de evasión a la que tienen que recurrir las internas para sobrevivir), que tiñen todo el montaje: Elisa Sanz (Escenografía y vestuario), Álvaro Luna (Videoescena), Juanjo Llorens (Iluminación), y Luis Miguel Cobo (Música). Natalia Menéndez ha conseguido empastar a todo el equipo en torno a los dos personajes que interpretan Ángela Cremonte y Goizalde Núñez y tejer con ellas una historia llena de emoción y de fuerza que carga de heroicidad a las mujeres que tuvieron que sufrir el horror nazi.

Y entre el mundo del averno traído a la tierra que supusieron los campos de concentración nazi (estupenda la síntesis de aquel horror entre las literas y las estanterías diseñadas por Elisa Sanz) y el triunfo de la vida y de la dignidad (metafóricamente encarnados en las alegres notas de esas danzas judías compuestas por Cobo), la luz estremecedora y fascinante de unas luciérnagas (espectaculares la luz de Llorens y la videoescena de Luna), dos mujeres (admirable el trabajo de Núñez y Cremonte), cuentan sus historias con la sencillez y el dolor de quienes se saben del lado de la dignidad, de la verdad y de la justicia.

‘Mi niña, niña mía’

De: Amaranta Osorio e Itziar Pascual

Dirección: Natalia Menéndez

Reparto: Ángela Cremonte y Goizalde Núñez

Escenografía y vestuario: Elisa Sanz (AAPEE)

Iluminación: Juanjo Llorens (AAI)

Música: Luis Miguel Cobo

Videoescena: Álvaro Luna (AAI)

Ayudante de dirección: Pilar Valenciano

Producción: Teatro Español con la colaboración de la Fundación CorpArtes

Teatro Español, Madrid

Hasta el 7 de abril de 2019

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