Una semana más corta y sin referencias económicas que hayan tenido el suficiente peso o significación para que los inversores quieran tomar posiciones. Es el panorama que parece querer dibujar los mercados antes de los festivos de Semana Santa.
En el plano macroeconómico los datos que ayer se conocían, si acaso, apoyaban rebajar algún grado la cautela que viene imperando, a la espera de nuevas referencias relevantes. Por un lado, la confianza entre los inversores alemanes mejoró por sexto mes consecutivo en abril, según mostró la encuesta del instituto ZEW, con mejores perspectivas de crecimiento para la mayor economía de Europa.
La mejora se basó en gran medida en la esperanza de que la economía global evolucione mejor de lo que se proyectaba anteriormente y en el retraso de la salida británica de la UE. La encuesta mostró que la confianza económica entre los inversores mejoró hasta el 3,1 desde los -3,6 de marzo. Por otro lado, la producción de manufacturas de Estados Unidos permaneció sin cambios en marzo tras dos meses consecutivos de caídas. Las previsiones apuntaban a una caída del 0,1%.
En referencia al dato, la Fed señaló que la producción de manufacturas se vio limitada el mes pasado por un ritmo débil en la fabricación de vehículos motorizados. Los datos de febrero fueron revisados al alza para indicar una caída de 0,3% en lugar del retroceso de 0,4% previamente publicado.
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