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Íñigo Errejón: "La política no puede ser un club privado de partidos que hablan de sí mismos"

Por MDO
martes 07 de mayo de 2019, 13:51h
Íñigo Errejón: 'La política no puede ser un club privado de partidos que hablan de sí mismos'
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(Foto: Kike Rincón / Mdo)
El cansancio ya no le deja ni ver una película del tirón, pero sigue sumergido en la campaña con "ilusión". Íñigo Errejón (Madrid, 1983) agradece -y mucho- el gesto de los miles de madrileños que han colgado banderolas de Más Madrid en sus balcones en protesta por la decisión de la Junta Electoral de excluir a la formación de los debates electorales de la televisión pública. Pero él no se va a rendir porque quiere "ganar". Cuenta con los 15 días de campaña oficial para "hablar de lo que importa" y no de peleas partidistas. Así lo confesó en su visita a la Terraza de Gran Vía que dirige el presidente editor de Madridiario, Constantino Mediavilla, donde manifestó no estar en contra del liberalismo, pese a lo que pueda parecer. "El liberalismo español tiene cosas hermosas", sentenció en referencia a los conceptos de soberanía nacional que reside en el pueblo y de competencia entendida como "lo contrario de los monopolios".

(Por C. Mediavilla / M. Cano / P. Díaz - Fotos: Chema Barroso)

Su principal propuesta es recaudar más para repartir mejor. ¿Cómo? "No robar, ayuda", ironiza tras asegurar que la intención de la formación que comparte con Manuela Carmena en el Ayuntamiento no es subir los impuestos, sino "discutir sobre a quién". Las bonificaciones para los que tengan un patrimonio superior a los 6 millones de euros, así como para los que hereden más de un millón quedarán eliminadas si gobierna. Para ello, contará ("claro que sí") con la mano de Ángel Gabilondo, del mismo modo que él responderá si es el PSOE quien gana las elecciones. En los pactos que buscan echar al PP de la Comunidad de Madrid, Errejón incluye también a sus antiguos compañeros de Podemos. "Si depende de mí, va a haber un gobierno progresista".

El PP quiere denunciar la colocación de banderolas de Más Madrid en los balcones de los votantes por no estar aún en campaña. ¿Teme que la Junta Electoral ordene retirarlos?

Dice el PP que lo va a denunciar. Está en su derecho. Pero no se le pueden poner puertas al campo. Y el ejemplo de las farolas les debería enseñar: por cada farola que cerraron se nos abrieron diez balcones. Ya van más de 5.000 madrileños que han ofrecido sus terrazas y ventanas como soporte para que nos puedan conocer. Si siguen con esa dinámica serán miles y miles más. No van a poder frenar un tsunami con una pala y un cubo de juguete.

¿Qué les diría a los que comparan este movimiento con las banderas de España de las que presumían el PP y Ciudadanos?

(Ríe) Que los balcones de la gente le pertenecen a la gente. Cada uno es libre de poner lo que prefiera. La gente expresa lo que quiere y no es ningún drama, es el resultado de una ciudad y de una comunidad abierta, libre, tolerante y en la que la gente expresa lo que quiere sin que eso suponga ningún trauma. Los ciudadanos piden mayor transparencia, mayor debate y mayor conversación. No puede ser que algunos vayan en la dirección contraria.

Por otra parte, me sorprende que el PP le dedique tanto tiempo a estas cuestiones. En mi opinión les debería preocupar explicarnos a los madrileños qué ha pasado con los cientos de millones de euros que tenían que ir a los hospitales y han acabado en la Gürtel o qué ha pasado con todo el dinero que tenía que haber ido a contratas con pequeñas y medianas empresas o a autonómos, que son los que generan empleo, y siempre se ha ido a dos o tres empresas -que son siempre las misma-s, algunas de las cuales hemos descubierto que financiaban en B algunas campañas del PP.

Usted ha comparado las listas del PP con Los Soprano pero su candidata, Isabel Díaz Ayuso, asegura que ella es la renovación y que sólo repite un 22% de los nombres que incluyó Cristina Cifuentes en su lista de 2015...

Yo este discurso ya lo he oído: el de la cara nueva. Por otra parte, Ayuso no lo es. Ella se declaró seguidora de Esperanza Aguirre, que es un referente para ella. Así fue, que Esperanza Aguirre acudió el Dos de Mayo a amadrinar a los tres candidatos de la derecha. Yo este discurso de que en el PP que mueva a las mismas personas de sitio se llama renovación ya se lo he oído a Cristina Cifuentes. El problema del PP no es un problema de caras, es un problema estructural.

En esta comunidad los contratos no iban para quien era más competitivo, generaba más empleo o para quien trabajaba en la economía de proximidad. Iban a quien tenía tratos de favor con el gobierno de turno y eso ha supuesto un lastre. Nuestra Economía, que es muy fuerte, tiene varios lastres: uno se llama favoritismo y economía del privilegio y el segundo, desigualdad. Sigue habiendo un tercio de los niños madrileños en situación de riesgo de exclusión social y de pobreza. Eso nos sale muy caro porque es talento que desperdiciamos. Pero hoy tu futuro en la Comunidad de Madrid no depende tanto de tu talento sino del código postal o de la familia en la que hayas nacido. Eso es un error y, además, económicamente ineficiente.

El discurso que lanza, sobre todo hablando de desigualdad, se parece mucho al de Podemos. Ideológicamente son dos partidos muy parecidos. El domingo presentó su candidatura en un pueblo donde Unidas Podemos ganó en las elecciones generales del 28 de abril. ¿Significa eso que uno de sus rivales el 26-M es su antigua formación?

En la Comunidad en estas elecciones se elige entre dos modelos: el desgobierno, la chapuza y el caos que han caracterizado casi un cuarto de siglo del PP en la Comunidad y la transparencia, el cuidado, la humildad y la escucha que han caracterizado el Gobierno de la ciudad con Manuela Carmena. Son los dos modelos que se contrarrestan. Yo voy con Manuela.

Usted ha acusado de Podemos de haberse convertido en la "patita izquierda" del PSOE. ¿A qué se debe este ataque directo si, precisamente, era usted el acusado de ser más partidario que sus excompañeros a pactar con los socialistas?

Podemos tendrá que hacer su reflexión. Yo ahí no me meto. Por respeto, porque quiero que todos podamos cooperar. Y, además, tenemos cuatro semanas. Y el tiempo es muy valioso. Hoy (por ayer) he oído decir a Ayuso que ella quiere construir un frente antisocialista. ¡Qué oportunidad perdida para decir que quiere construir un frente contra la pobreza infantil o contra la corrupción o para blindar, proteger y fortalecer la Sanidad pública! Como solo tenemos cuatro semanas es muy importante que elijamos bien cómo gastar el tiempo. Uno puede elegir que quiere perder el tiempo hablando de los partidos políticos o puede elegir decir: 'Miren, el Metro está en situación de colapso porque no se ha desamiantado, porque faltan 150 trenes más y cerca de 1.000 contratos nuevos de gente que se va a jubilar'. Nosotros nos hemos comprometido a que los madrileños no tengan que esperar nunca más de cinco minutos en el andén.

Hay que elegir bien las prioridades para que no se nos pase la campaña hablando de nosotros mismos. La política no puede ser un club privado de partidos que hablan de sí mismos. Va de que los madrileños se gastan casi la mitad del sueldo en alquiler y a algunos ni eso les da y les acaban echando del barrio en el que viven. Bueno, pues tenemos que tomar medidas. O va de afrontar la transición ecológica de nuestra Economía y generar empleos verdes. Podría ser que llegáramos tarde a todas estas cuestiones si nos dedicamos a perder el tiempo. Y mi compromiso es no perderlo.

Hablando de vivienda, Isa Serra ha prometido recuperar 40.000 viviendas para el parque público mientras que Ayuso propone construir 25.000. ¿Qué propone Más Madrid?

Necesitamos que se forme un Gobierno nacional ya para permitir a los Ayuntamientos que regulen los precios, como ya se aplica en Berlín o Copenhague. Necesitamos construir más parque de vivienda pública, pero en régimen de alquiler social. Ojo, si volvemos a construir solo para venta hacemos otra vez lo mismo que en las últimas décadas. Lo que necesitamos es estimular y relajar el mercado del alquiler. ¿Eso cómo se hace? Sacando más oferta. En tercer lugar, tenemos que movilizar vivienda que hoy está vacía que no tiene uso. Hay que movilizar a los pequeños propietarios para que la puedan sacar al mercado y nosotros queremos proponerles un acuerdo para la rehabilitación energética de sus viviendas. Con eso generamos empleo, bajamos la factura de la luz de las familias, y, a cambio, solicitamos que las saquen al mercado y bajen los precios al haber más oferta. En cuarto lugar, prohibir que se pueda vender -casi regalar- vivienda a los fondos buitre como hizo Ana Botella.

Ya que ha sacado la formación de Gobierno nacional, ¿cómo valora el resultado de las generales? ¿Cree que Pablo Iglesias tiene legitimidad para exigir a Pedro Sánchez entrar en su Ejecutivo, teniendo en cuenta que Unidas Podemos ha perdido escaños y el PSOE los ha ganado?

Hay una lectura muy importante que hacer sobre los resultados: hubo una clara mayoría progresista y democrática en España. Y creo que buena parte de los ciudadanos no estaba votando partidos. Creo que muchísima gente se movilizó a la defensiva y acudió a votar no tanto por una enorme identificación con los partidos sino porque dijo: 'Uf, que no ganen estos, los de la España en blanco y negro, los que quieren volver a meter a las mujeres en casa y los que, cuando tenemos mujeres asesinadas cada semana, en lugar de poner el foco en los asesinatos, lo ponen en el feminismo'. Creo que mucha gente acudió a votar en clave defensiva y los partidos políticos tienen que tomar nota de ello.

En mi opinión, se tiene que formar gobierno ya, tiene que ser un gobierno progresista, tiene que ser un gobierno decidido y no se debería perder mucho tiempo en los bailes o los escaparates de las negociaciones. Y ahora nosotros aquí tenemos un reto. España ha votado por no retroceder, pero en clave defensiva. Yo quiero ahora que se vote a favor. Quiero a decirle a los madrileños que votaron para que no gobierne un bloque de tres derechas extremadamente radicalizado que se den un gusto. Que esta vez pueden votar a favor para que puedan seguir sucediendo cosas buenas en la ciudad de Madrid y para que le podamos dar la vuelta a la Comunidad. Y hay un dato fundamental del 28-A: la inmensa movilización en zonas y barrios donde se vota mucho menos. Se vio que hay una mayoría silenciosa progresista española que cuando acude a votar, gana.

¿Espera entonces que pase lo mismo ahora el 26 de mayo?

Sí, pero con una diferencia: el bloque progresista tenía dos jugadores que todavía no habían saltado al campo en Madrid. Ahora sí lo hacemos.

¿No son extrapolables, por tanto, los resultados?

No son extrapolables pero sí hay una clave: las elecciones en la Comunidad de Madrid se van a ganar y van a generar un gobierno progresista si se vota en el sur. Cualquiera que mire los resultados sabe que entre participación electoral y cómo te vaya en la vida hay una relación directa: en los barrios y ciudades pobres se vota muchísimo menos. Cuando en esos sitios se acude a votar y se hace masivamente, se vota por gobiernos que cuidan de la igualdad de oportunidades. Cuando en esos sitios hay una buena parte de la gente que cree que no va con ellos, siguen manteniendo gobiernos que cuidan de la segregación.

Extrapolables o no, Podemos en la Comunidad perdió un 20% de votos el 28-A con respecto a las anteriores generales. ¿Se siente en parte responsable? ¿Cree que se debe a la ruptura interna de la formación?

Es la primera vez que he sido votante de Podemos y ya. No he dirigido campañas, no he tenido responsabilidad. Y las dirigí todas durante un tiempo y se dedició que no era mi rumbo, que mi forma de hacer las cosas no era la más adecuada. Yo respeto las decisiones pero no puede ser que sea un problema cuando estoy y un problema cuando no estoy.

O sea, que no cree que la ruptura tenga que ver en la bajada de votos de Podemos...

Yo creo que Podemos tendrá que hacer su análisis y espero que sea un análisis sincero. Pero insisto en que tenemos, en realidad, tres semanas para movilizar a los madrileños y para decirles que en España se ha conseguido una victoria progresista, que en Madrid nos hemos quedado muy cerca y que solo falta un empuje. Y que ese empuje se lo estamos dando nosotros ya. Para mí, que haya 5.000 personas ofreciendo sus balcones y los nervios del PP intentando prohibir o diciendo que no quieren que Ayuso y yo podamos debatir, me parece mal en términos de salud democrática, pero también es señal de su inquietud.

¿Da por perdida su participación en el debate o espera que el recurso prospere [la entrevista se realizó el lunes 6 de mayo]?

Hemos recurrido y espero que nos den la razón. Sobre todo porque ese debate se va a dar. La cosa es si se priva a las televisiones públicas o si las televisiones públicas no tienen la audacia de atreverse a realizarlo. Pero se va a dar. Y como se va a dar, hagámoslo todo con más normalidad. Si es que todo el mundo lo entiende. ¿Hay un solo madrileño que no entienda la idea de que es un sinsentido hacer debates a la Alcaldía sin la alcadesa? Yo creo que no. ¿Hay algún madrileño que no entienda que en la Comunidad de Madrid, la fuerza que gobierna la ciudad tiene que estar presente? Yo creo que eso lo entiende todo el mundo. Manuela y yo hemos concurrido con una idea fuerza: la Comunidad y la Ciudad tienen que cooperar. Es un sinsentido que el Ayuntamiento cuide de la EMT y Metro diga que en un metro cuadrado, donde antes cabían cuatro madrileños, ahora caben seis. Hay que volver a colaborar. Y este debate tiene que estar. Pero aventuro más: como no se le pueden poner puertas al campo, va a estar. O por lo fácil o por lo difícil, pero las dificultades nos estimulan. Y no nos está yendo mal con las dificultades que nos ponen.

¿Quién va a ser su rival en esos debates y en las urnas? ¿Solo las derechas o también será un buen resultado si logra quedar por encima de Podemos?

Yo quiero gobernar la Comunidad de Madrid. Porque estuve en una reunión con Save The Children y me explicaron que un niño de un barrio más humilde tiene 8 veces más oportunidad de repetir curso que un niño de un entorno más privilegiado. No es que sean más tontos. Es que la desigualdad lastra. Y eso es una vergüenza. Eso es una comunidad rota que hay que reconstruir. A la desigualdad hay que ponerle fin y solo se consigue de una forma: el partido que ha construido la segregación en la Comunidad de Madrid, que le hace regalos a los multimillonarios al tiempo que nunca atiende las necesidades de quienes más duro lo han pasado durante la crisis, tiene que salir de la Puerta del Sol.

A mí me habría gustado que Ciudadanos hubiera elegido otro camino. Cs dijo que venía a contribuir a la regeneración de la política y, sin embargo, en todos los lugares y en todas las ocasiones que ha podido, ha contribuido a sostener al partido de la Gürtel o al de la Púnica. No solo eso: ahora dice que incluso para hacerlo contaría con Vox. Yo no quiero eso, pero habrá que ganarles en las urnas.

Hay tanta fragmentación que no habrá mayorías absolutas y habrá que pactar. Aguado les ha vetado a usted y a Gabilondo. Pero si él cambiase y estuviese dispuesto a echar al PP de la Comunidad, ¿estaría dispuesto a pactar con Cs?

No me imagino a Aguado cambiando de senda. Ciudadanos ya ha elegido lo que quiere ser de mayor. Es verdad que hemos estado diciendo que Cs era un partido veleta. Es verdad que en ese sentido no son muy de fiar porque dicen una cosa y hacen la contraria. Pero creo que desde las últimas elecciones han tomado la decisión y Rivera ha decidido que quiere ser el heredero del PP. Yo no le arriendo las ganancias porque ser el heredero del PP es ser heredero también de la política de despilfarro, de chapuzas y de corrupción de todos estos años. Pero es su decisión, no es la mía. Ahora bien, se han colocado en una posición y creo que hay una buena parte de votantes de Cs que se consideran liberales y que no entienden cómo alguien que se llame liberal puede ir de la mano de Vox.

Yo creo que los madrileños van a decir que les importan mucho más los hospitales que las pistolas o el ataque a las mujeres o los gays. No entiendo qué hace Cs ahí, pero ha elegido y se ha convertido en parte del bloque del inmovilismo y yo pretendo darle la vuelta.

Tengo que hacerle una última pregunta... ¿De qué habló con Rocío Monasterio en la Fiesta del Dos de Mayo?

No entiendo muy bien lo que hizo protocolo porque yo estaba entre Monasterio y Ayuso. Las podían haber sentado a ellas juntas, que se parecen bastante y seguro que tienen bastante más de lo que hablar. Me pusieron a mí entre medias y aproveché para tener un momento de introspección. (Ríe)

¿No intercambiaron ni una palabra?

A ver, nos saludamos porque yo saludo educadamente a todo el mundo. Así que nos saludamos educadamente y luego...introspección.

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