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El peor Pleno fue en 1977

viernes 24 de mayo de 2019, 10:15h

Mucho se está hablando del pleno de Constitución de las Cortes celebrado este pasado martes. No es ni de lejos lo peor que ha ocurrido. Los he visto más broncos, pero el peor, desde el punto de vista de una mala acción, fue el de la constitución de las Cortes tras las elecciones de junio de 1977. Como se enteraron que la presidenta de edad iba a ser la Pasionaria cambiaron el reglamento para que presidiera el diputado que se registrara primero y este fue Modesto Fraile, de la UCD de Segovia. Pasionaria fue vicepresidenta.

Pasionaria y Alberti fueron la miembros de la Mesa de edad pero los sucesores del régimen habían logrado que aquel icono de la República como era Dolores Ibarruri no presidiera el inicio de la transición política española. Demasiado para el body de aquel franquismo sin Franco. Y eso que eran personas muy mayores pero conservaban toda la fuerza de su representación.

Eso ha sido lo más grave de lo ocurrido. El pateo y el infantilismo de Vox, las protestas de Rivera, juego de niños salvo el haber llevado la policía a políticos catalanes presos por poner unas urnas. Pero como Junqueras se puso a saludar a todo el mundo, le quitó mucho hierro al asunto.

Vox y los Borbones

Algunos extractos del artículo del ex militar español González Segura en PUBLICO. En ese mismo artículo, analiza la relación entre los votos de VOX y las instalaciones militares y de la guardiacivil.

Pero hablando de las simpatías borbónicas hacia el partido ultra franquista: "Pero pocos han mencionado el hecho de que el partido de ultraderecha lleva meses insistiendo en que su legitimación, y su mayor inspiración para defender la unidad nacional, proviene directamente del rey Felipe VI. Los ultras, los militares y la monarquía parecen haberse encontrado en un patio de armas común: el ultranacionalismo español. La extrema derecha escindida del PP está visiblemente encantada de haberles encontrado y reunido, y se presenta como un partido esencialmente monárquico. En contraste con lo que sucedió en el postfranquismo, aquel periodo de extrema violencia que trajo la Restauración Borbónica –pese a la fama, fue la segunda transición más violenta de Europa solo por detrás de Rumanía–, la ultraderecha expresa hoy sin ambages su admiración hacia la figura real.

Una devoción que alcanzó su apogeo tras el discurso de Felipe VI el 3 de octubre de 2017, con posterioridad a la brutalidad policial acaecida el 1 de octubre en Catalunya. Que esa alocución, pronunciada con un tono y una iconografía inusuales (el retrato de Carlos III con su bastón de mando, la expresión del rey, adusta y amenazante), haya sido tan loada por la extrema derecha, siempre vigilante en cuanto a las ‘debilidades’ que puedan mermar a la patria, supone una señal que no debe pasarse por alto.

Bastan dos apuntes al respecto; por un lado, el discurso, según diferentes versiones, fue de autoría personal del Rey y se produjo contra la voluntad del entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; y un segundo aspecto no menos importante: generó una enorme crispación entre una gran cantidad de catalanes y españoles, al no contener la más mínima muestra de empatía hacia quienes sufrieron las cargas policiales. Aquel 3 de octubre de 2017, Ortega Smith subió a su cuenta de Instagram una foto del discurso del rey y exigió a Rajoy la detención de los golpistas y la aplicación de la ley de Seguridad Nacional y del 155. Había nacido la “derechita cobarde”.

Más allá de la relación de la familia de Felipe VI con las dictaduras, desde Primo de Rivera hasta el franquismo, el fascismo italiano y el nazismo –Federica de Grecia, madre de la reina Sofía, se dejó fotografiar vestida de nazi– y de su deuda con el dictador que designó sucesor a Juan Carlos I, el monarca no ha mostrado incomodidad alguna ante el ascenso de la ultraderecha, y tampoco ante las continuas loas de Vox a la monarquía""" Hay que ser ciego para no verlo.

Felipe 6 defiende los mismos principios que defendió su padre, que era del núcleo duro de la ideología franquista, como depositario que era de su testamento político.

Caustico

El protocolo de Zarzuela Han estado hoy en el Palacio de la Zarzuela la elegida presidente del Congreso, Meritxel Batet y el nuevo presidente del Senado Manuel Cruz. Su elección les ha hecho presidentes del Congreso y del Senado. Y punto. No sé a que han tenido que ir al palacio de La Zarzuela, porque el trámite de la elección estaba ya hecho y al rey no lo ha elegido nadie. Se me dirá que por cortesía y lo admito.

Pero ¿qué cortesía hay en un señor al que vas a visitar a su palacio, pagado entre todos, se les mete en una sala y has de esperar a que él venga a saludarte en lugar de ser él el quien debería recibir educadamente a la gente que va a su casa. Es la mínima muestra de cortesía: si van a tu casa tu recibes a tus invitados, no al revés. Pero no. A esto le llaman protocolo. Pues deberían cambiarlo de arriba abajo porque el protocolo así planteado no es más que una muestra de sumisión a un señor, que vuelvo a repetir, no lo ha elegido nadie. Y estas cosas no son neutras.

EH Bildu y Los Verdes

El posible nuevo eurodiputado de EH Bildu, Pernando Barrena, se adscribirá en el Parlamento Europeo al Grupo de los Verdes aunque curiosamente y a pesar de lo que dicen los de Bildu en Europa no están adscritos en el grupo ALE (alianza Libre Europea) con el Sinn Fein o Esquerra Republicana, sino en el de los Verdes, con Podemos e Izquierda Unida. La Izquierda comunista en estado puro.

Son muy libres de hacerlo, pero conviene saber el dato que les voy a contar.

En Estrasburgo tienen el doble juego y hacen lo que hacen aquí. Una cosa es la que dicen en Bermeo y otra en Europa. Eso pasa aquí con los túneles de Sollube Si, si, en Bermeo, no en las Juntas. Pues bien, con la pesca es peor. Los amigos de Bildu están en el grupo de los Verdes que creen que todos los pescadores, los arrantzales, son un peligro para el medio ambiente diciendo que esquilman la fauna marina sin reparar en que a los arrantzales son los primeros interesados en cuidar el medio y pescar de modo sostenible. Si no, no podrían seguir pescando. Y lo vienen haciendo desde siempre. Pero la ortodoxia ecologista llevada al extremo, son extremistas como los populistas, hace que para ellos lo que está en peligro no es un modo de vida de parte de la población europea como son los arrantzales, sino los peces, cuando la defensa de los dos extremos es perfectamente compatible.

Esa es la cuestión, querido Watson. Aquí haciéndose pasar por defensores de los arrantzales, allí con el grupo que quiere acabar con la pesca como actividad productiva, que se opone a todos los acuerdos de pesca incluidos los que permiten pescar a los barcos vascos en todo el mundo. Y por supuesto están beligerantemente en contra de lo que conseguimos: que fuesen profesionales los que protegiesen a los atuneros de los ataques en el Índico de los piratas.

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