Egos, influencia y trascendencia

En nuestro patio de vecindonas hemos visto muchos egolíticos (políticos con más ego que propuestas) que han ido cayendo. Así, sin pensar mucho, me acuerdo de la inefable Rosa Diez que por mantener el cargo simplemente hundió su partido. O aquel Miguel Ángel Rodríguez, portacoz de Aznar, que llamaba a los medios (Antonio Asensio) amenazándoles con negarles licencias si no se ponían en primera posición de saludo, usted no sabe con quién está hablando. Por supuesto, Aznar, ego tejano-leonés; Pujol y su quién coño es la UDEF y hasta el tío más tonto de la política europea, un tal Paco Camps de ego divino ya que todo cuanto hizo lo hizo en nombre de Dios. La lista es interminable pero no recuerdo haber visto dos egos como los de Iglesias y Rivera.

DE IGLESIAS PA' CATEDRALES

El primero, enamorado de sí mismo más allá de lo que el propio Narciso imaginara, lleva poniendo palos en las ruedas y dinamita en los asientos de sus compañeros desde el 11 de marzo de 2014 en que fue fundado Podemos. Su ego fagocitador y tragaldabas se ha comido a cuantos han descollado por mérito propio: Errejón, Bescansa, Alegre, Espinar... y en este momento, a escasos minutos de VistaTriste 3, solo cuenta con Echenique y la sucesora in pectore Irene Montero, un plan muy argentino: Juan Domingo y María Estela Perón; Néstor y Cristina Kirchner y es que, como todo buen bandoneonista sabe, hacen falta dos para marcarse una milonga.

Este mal imitador de Stalin, inteligente y académicamente bien preparado, no es un macho alfa; es un andrógino alfa-beta-gamma-delta-épsilon, un pichabrava seductor que, tras deshacerse de cualquier ser pensante, ha acabado convirtiendo lo que tenía pinta de partido político en un club de Fans de Justin Bieber en el que cuarenta histéricas gritan consignas infantiles mientras mojan braga (uuuyyy lo que he dicho, súper heteropatriarcal). Este hombre, ahogado por el destilado vitriólico de su ego, no ha hecho nada en cinco años y lo que pudo ser una propuesta política interesante para el siglo XXI ha acabado siendo una orgía tipo secta en la que el líder se los folla a todos, literal y metafóricamente. Cambiar Aes por Oes no es hacer política y exigir que le hagan ministro para salvar los muebles del chalet es una jugada tan rastrera como infantil. A Podemos, que no ha Podido ni hacer de vientre, solo le queda que Sánchez le haga ojitos con un carguete gubernamental o morir. Podemos ya no es nada.

RIVERA, NI ARAUCANO NI VIBRADOR

Y luego está el caso Rivera, el EgOdioso, el tipo al que el odio y la envidia le han garrapiñado el ego y carcomido el cráneo. Recuerdo su cara de cabreo y rabia cuando Sánchez ganó la moción de censura y aquel saludo de microsegundos sin mirarlo a la cara. Su campaña electoral se basó en "Sánchez es un traidor y un vendepatrias" y la noche del 28A tampoco lo llamó para felicitarlo.

Ahora, con los aguijonazos de Macron, Valls y Juncker que le están dando donde más duele -su inadmisible pacto con Vox- dice que para pactar con PSOE necesita oír a los barones y miembros de la ejecutiva decir que Sánchez es un presidente indigno y que reniegan de él. Y que están todos todos todos por un 155 duro, ipsofláutico y perenne.

Ambos casos, Iglesias y Rivera, han preferido sus egos a cualquier otra consideración. Pueden ser influyentes con su número de escaños, pero podrían ser trascendentes y trabajar para que España fuera mejor y nuestra democracia más sólida y equitativa. Es evidente que un PSOE en coalición con un Cs (123+57 escaños) formaría un gobierno muy potente que podría hacer mucho bien a medio y largo plazo, pero es más fácil, más rastrero y más autocomplaciente patear al país en el culo de Sánchez.

-¿Y los de "con Rivera no"?

Un partido no son cuatro motivados gritando en Ferraz, como tampoco lo fueron los cuatro que gritaban en Génova Pujol, enano, habla castellano y que tan caro le costó a Aznar que hasta tuvo que aprender catalán íntimo. El bienestar del país es más importante que cuatro puretas subidos de copas.