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Las terribles consecuencias para la trabajadora de Iveco tras virilizarse su vídeo sexual
(Foto: EP)

Las terribles consecuencias para la trabajadora de Iveco tras virilizarse su vídeo sexual

viernes 31 de mayo de 2019, 11:02h

Esta semana hemos conocido la terrible noticia de una joven que se ha suicidado tras virilizarse un vídeo suyo con contenido sexual. Ante esta noticia, debemos recordar que este tipo de conductas, no solamente son delito y tienen consecuencias penales, sino que, además, generan en la persona afectada sintomatología de carácter grave.

Aunque estas consecuencias son importantes, a nivel social y familiar, las más relevantes son las consecuencias psicológicas; en el caso de Verónica, le han llevado al suicidio. Todas las formas de acoso, desestabilizan psicológicamente a una persona, pero las que son de contenido sexual, que afectan directamente a la intimidad de la persona, pueden ser aún mayores, debido a que se expone de manera global a la persona, dejándole sin recursos para defenderse.

Se ha publicado, además, que los trabajadores, compañeros de Verónica, habían viralizado el video, pero Stophaters, asociación en contra del acoso en la red, ha realizado un comunicado en el que desmienten que esto sea así y que todos los trabajadores hayan realizado un hecho delictivo.

La afectación que presentaba Verónica, suponemos era fuerte, puesto que le ha llevado al peor de los finales. En este sentido, debemos mencionar las consecuencias que se suelen dar en este tipo de situaciones tan devastadoras, cuyos resultados siempre se vinculan a la perdida de la autoestima.

Entre otras consecuencias, en este tipo de víctimas encontramos que tienden a sentir vergüenza, con una gran frustración puesto no pueden controlar quien tiene acceso al video, qué pensará la gente que lo vea, y qué podrían llegar a decirle. Se enfrentan a una situación que no puede ser olvidada, por lo que la ansiedad, la culpa y los sentimientos negativos aumentan de manera exponencial cuando tienen contacto con las personas que han podido tener acceso a dicho vídeo.

Dicha ansiedad, va pareja con la suspicacia, comienzan a vigilar cualquier mirada, cualquier comportamiento, en este caso de los compañeros, y creando pensamientos recurrentes sobre la situación. Esto hace que la ansiedad aumente considerablemente, no viendo salida y sintiéndose indefensa y vejada.

Además, según se ha publicado en distintos medios, parece ser que la trabajadora estuvo amenazada por un compañero con el que había mantenido una relación hace años, pues el mismo quería retomar la relación con ella y ésta no quería. En este caso, estaríamos ante una situación que genera mayor ansiedad en cualquier persona, pues no puedes controlar lo que la otra persona puede llegar a hacer, se siente manipulada y seguramente bloqueada, sin capacidad de reaccionar.

La divulgación de ese video, puede llegar a seres queridos, lo que genera un sentimiento de culpabilidad, por haber enviado ese video en un momento dado, aunque la realidad es que no es culpa de la víctima que alguien decida viralizar ese video.

En estos casos, aunque sea en un corto periodo de tiempo, la autoestima llega a minarse por completo, y más aun cuando de manera constante observas miradas de otras personas y comentarios, lo que propicia síntomas depresivos muy fuertes.

Por todo esto, no debemos olvidar que remitir un video siempre es un delito, que atenta contra la dignidad de las personas, destrozando su estabilidad psíquica en un corto periodo de tiempo, sin que a veces sea posible ayudar a la víctima, estando totalmente, en una situación de vulnerabilidad.

El peor final lo ha tenido la trabajadora de Iveco, pues seguramente, se vio sobrepasada por toda la vorágine que existía en su puesto laboral, donde pasaba la mayoría de horas del día y estando expuesta continuamente.

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