Génova desoye la petición de 66 diputados del PSOE que reclaman la abstención del PP

El PSOE ha elevado la presión sobre su adversario histórico, el PP, para que se abstenga en la investidura de Pedro Sánchez, a pesar de que Pablo Casado le ha trasladado hasta en 4 ocasiones su 'no'. Los 66 diputados socialistas que se abstuvieron en la investidura de Mariano Rajoy en 2016, han pedido a los 'populares' que hagan "el mismo ejercicio de responsabilidad".

Con el título 'Un camino difícil y honorable', los 66 diputados del PSOE que se abstuvieron para facilitar la investidura de Mariano Rajoy en 2016, piden ahora al líder del PP, Casado, que actúe de la misma forma, con abstención en la segunda votación. En aquella ocasión, 15 socialistas rompieron la disciplina y votaron en contra, mientras que el resto lo hicieron "por imperativo".

La portavoz del PSOE, Adriana Lastra, que figura entre los firmantes, ha defendido que "en 2016 sí había alternativa, pero este partido hizo un ejercicio de responsabilidad inaudito y se abstuvo para no volver a unas terceras elecciones".

"En política es tan importante lo que se dice como quien lo dice. No hablamos de oídas, sino de lo vivido. Quienes firmamos esta carta sabemos bien lo difícil que es hacer el camino que os pedimos que hagáis, pero es posible hacerlo, y es honorable", reza la misiva.

En la carta, los diputados insisten en que no piden un voto a favor del PSOE, sino "que no bloqueéis la formación de gobierno", al tiempo que proponen reformar la Constitución para fijar un mecanismo de elección del presidente que impida los bloqueos.

La dirección del PP, tal y como volvió a hacer este martes Casado, ha dicho 'no' a la abstención, alegando que no es la misma situación que se dio en 2016, y reprochando a los socialistas la moción de censura que impulsaron contra Rajoy.

En estos momentos, el PSOE tiene 123 diputados de los 176 necesarios para la mayoría absoluta en primera votación. Pero incluso en una segunda votación, donde ya es suficiente la mayoría simple, los socialistas tienen más votos en contra, que sumados a las abstenciones, son insuficientes. Con un sistema 'constructivo', por ejemplo PP y Ciudadanos deberían proponer a Pablo Casado, por ejemplo, como candidato, y si tiene menos votos que Sánchez, que los tiene, el elegido sería el segundo. El resto de partidos que no quisieran apoyar a Sánchez o Casado sólo podrían abstenerse, votar en blanco o a su candidato, que lógicamente perdería.