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El negro futuro que le espera a Podemos y Pablo Iglesias en caso de repetición electoral
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(Foto: Podemos)

El negro futuro que le espera a Podemos y Pablo Iglesias en caso de repetición electoral

viernes 26 de julio de 2019, 10:18h

Después de su histórico segundo rechazo a Pedro Sánchez, el futuro de Pablo Iglesias y por extensión todo Podemos estará condicionado por sus decisiones. De su radical postura se ha dicho de todo. Hay elogios por no venderse, por ceder en sus exigencias iniciales, por renunciar personalmente a estar en el Consejo de Ministros tras recibir el veto de Sánchez... pero también multitud de críticas por no saber aprovechar un momento histórico para su formación y para sus socios: Izquierda Unida, Equo, En Comú, las mareas gallegas...

Ahora, en caso de repetición electoral, nadie da un duro por Podemos. No es un secreto que todas las encuestas dan en estos momentos al partido morado una perspectiva de escaños de entre 30 y 35, perdiendo los 42 actuales. Antes del 28 de abril tenían 71.

Iglesias debutó a lo grande en diciembre de 2015 tras una primera experiencia muy positiva en las europeas de 2014 y en las autonómicas y municipales de mayo de 2015. En esas generales de finales de año culminó su gran escalada y debutaba en el Congreso de los Diputados con 69 escaños, mientras que pronto absorbió a los 2 diputados de IU, sobre todo cuando se hizo público el 'pacto del botellín' entre él y Alberto Garzón. Después, en la repetición electoral de junio de 2016, consiguió aguantar esa cifra, sumando a IU, pero poco a poco al estrella se fue apagando.

Llegaron los problemas internos, las críticas por no haber facilitado un gobierno del PSOE aunque los socialistas contaran con apoyos de Ciudadanos... Pasó el tiempo y llegó Vistalegre 2, una asamblea que terminó después con la salida de Íñigo Errejón, de Carolina Bescansa, de Ramón Espinar... Éstas fueron salidas voluntarias, pero hubo otras forzadas, como la de Luis Alegre. Podemos pasó de representar la esperanza a ser la línea dura de la izquierda, tachada a veces de utópica, otras de radical.

Cuesta abajo y sin freno

Fue entonces cuando una campaña desastrosa, basada en proclamas antisistema y con críticas a empresarios como Amancio Ortega y sus donaciones a la sanidad pública, le llevó a un plano extremo. Iglesias obtuvo unos resultados muy modestos, 42 escaños en el Congreso, y se quedó sin senadores, un detalle que poco se menciona. En las autonómicas y municipales se consumó el desastre, perdiendo Madrid tras una pelea con Manuela Carmena y cayendo en votos en todo el país, desapareciendo de parlamentos regionales como Castilla-La Mancha, entre otros.

Sólo le quedaba una esperanza: hacerse fuerte y jugar duro con el PSOE para asegurarse un futuro en el gobierno de la nación. Pero disputar este reto como si fuera una pelea, sumándolo a la actitud cerrada y confusa del PSOE, que ha dado más bandazos que nunca, ha llevado a Podemos incluso a poner en peligro su coalicición con sus socios de Unidas Podemos.

Puede aún negociar, renunciando a más cosas para convencer a Sánchez pero el papel de víctima no le servirá en las urnas: si hay que ir a elecciones en otoño, la proyección de los citados sondeos le lleva a ser una fuerza casi intrascendente en la Cámara, con menos fuerza que nunca. Eso por no hablar de la esperada irrupción de Errejón, que podría formar un partido nacional tras su buen debut en Madrid con 'Mas Madrid', donde hizo un sorpasso a Podemos en la Comunidad de Madrid. Un sorpasso con el que soñaba otrora Iglesias respecto al PSOE pero que nunca llegó. Los españoles votaron y votan por opciones más estables y seguras.

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