Un juez tiene en su mano parte del futuro económico del fútbol español: ¿habrá partidos en lunes y viernes?

Tras el conflicto entre la Federación Española y La Liga de Fútbol Profesional, un juez tiene en su mano parte del futuro económico del fútbol español: ¿habrá partidos en lunes y viernes? Andrés Sánchez Magro debe decidir desde un juzgado de lo mercantil si es la Federación (RFEF) o la Liga (LFP) la que tiene la potestad para marcar el calendario, y por tanto, si se deben disputar encuentros de Primera División los lunes o los viernes.

Los partidos de los lunes y los viernes es una práctica reciente de la LFP para aumentar los ingresos a través de los derechos de explotación de televisión, lo que le supone ingresos extras a los clubes por trastocar el calendario tradicional, que siempre ha agendado los partidos en sábados y domingos, sin más días contemplados en cada jornada. Salvo, claro está, cuando por cuestiones de calendario hay que disputar jornada entre semana.

La RFEF, liderada desde 2018 por Luis Rubiales, lanzó una ofensiva para regular el fútbol porque gran parte de los aficionados y también de algunos clubes discrepan de la idoneidad de disputar partidos fuera del fin de semana. Se argumenta que las aficiones rivales no pueden muchas veces viajar a las ciudades donde se disputan los partidos, sobre todo los lunes, y que la atención a esos partidos es precisamente menor, en contra del objetivo que se buscaba.

Además, la mayoría de equipos que juegan viernes y lunes son los modestos, que no disputan competiciones europeas, y eso hace que sean encuentros de baja audiencia e interés popular, ya que difícilmente se ve jugando en esas ocasiones a Real Madrid, Barça, Atlético de Madrid, Sevilla, Valencia... entre otros.

Se espera que antes del fin de semana o como mucho a principios de la próxima, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid tenga ya un dictamente al respecto, aunque sea de manera provisional y con vistas a presentar recursos por las partes. Algunos medios aseguran que habría unos 2.000 millones en juego, en relación a los derechos de televisión que se negocien en las próximas temporadas. Al no tener el poder los clubes (La Liga) en fijar horarios y días de competición, perderían la ocasión de sacar más beneficios.

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