Los próximos días 24, 25 y 26 de agosto se celebrará la cumbre del G7 en Biarritz (Francia) y empieza a tomar forma una contracumbre anticapitalista que pretende movilizar a 10.000 personas.
Las plataformas G7 Ez y Alternatives G7 han hecho un llamamiento a la “desobediencia civil masiva” contra las restricciones de movilidad que acarrea la cita de los líderes mundiales dentro de su programa de actividades compuesto por charlas, debates y sesiones informativas junto a manifestaciones programadas y una acampada multitudinaria desde el día 19 en Urrugne, a 20 km de Biarritz.
"La celebración del G7 trae consigo recortes de derechos y trabas para la movilización. No aceptamos ésta reacción y, en coherencia con los criterios que aparecen en nuestros principios, nuestros modos de trabajo serán la movilización de masa, la lucha ideológica y la desobediencia civil", argumentan G7 Ez y Alternatives G7.
En dichas entidades quedaron englobados desde el pasado mes de noviembre 49 organizaciones, entre las que están Podemos Euskadi, EH Bildu, Sortu, Ernai, Ezker Anitza así como otros movimientos sociales, feministas, ecologistas y sindicatos.
Si bien en su manifiesto los organizadores insisten en que su denuncia de lo que considerán una cumbre antidemocrática llevará aparejada "exclusivamente de acciones no violentas", también anuncian "concentraciones insumisas ante la prohibición de movilizarse" por lo que no se descarta que se pudieran producir choques con las fuerzas del orden.
Esos días, agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Ertzaintza vigilarán un amplio perímetro de la zona fronteriza para evitar atentados u otro tipo de altercados que pudieran afectar al normal desarrollo de la cumbre del G-7 donde Francia desplegará un amplio operativo de seguridad.
"La privatización de la democracia tiene consecuencias directas en el deteriodo del Estado de Bienestar, en la crisis de cuidados, en la destrucción de los derechos sociales, en el mayor expolio que se le ha hecho al sector público para 'rescatar' a la banca o en el feroz explotación de los recursos naturales", argumentan los convocantes rechazando que los líderes de EEUU, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia, Japón y Canadá sean merecedores de un mandato ciudadano para tomar decisiones a nivel global que afecten a millones de personas.
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