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Teleasistencia en las diversas comunidades

viernes 16 de agosto de 2019, 08:16h

Si sirve mi testimonio… Hace un mes y medio me quedé viudo por un accidente mortal. Estoy jubilado y acudí a la dependencia del Ayuntamiento más próxima. Tomaron datos y pidieron el informe completo sobre mi historial médico, operaciones, marcapasos, fármacos etc. que me dio el médico de la S.S. al instante. Ellos comprobaron mis recursos económicos, mis capacidades motoras y cognitivas, propias de un varón de 82 años. Hace tres días, por el llamado “lumbago de los traslados”, sufrí una tremenda lumbalgia a las 4 de la mañana, quedé de rodillas y apoyado en mis puños para soportar el inmenso e incapacitante dolor. Estaba desorientado y a oscuras, a punto de entrar en angustia o en pánico, pues estaba solo en casa. Accioné el botón que llevo como pulsera, día y noche y sobre todo al bañarme en casa o en la piscina. En menos de un minuto, una persona me habló llamándome por mi nombre y teniendo ante ella mi historial médico, situación, edad, domicilio etc. Me serenó y, con enorme profesionalidad y paciencia, me fue guiando hasta que pude volver a agarrarme a la cama, encender la luz etc. Me recomendó ponerme en contacto con mi médico, si era posible, y me envió por wasap los teléfonos de los seis centros de rehabilitación más próximos a mi domicilio para un eventual chequeo. Y siguen de cerca todo el proceso sin moverme de casa. Como sucedió, lo cuento porque me parece de justicia que los ciudadanos conozcan los formidables servicios que, el Estado, pone al servicio de las personas mayores o dependientes. Entre otros muchos.

La Teleasistencia Domiciliaria, 24 horas al día y 365 días al año, es un servicio de apoyo y asistencia a personas mayores y discapacitadas que viven solas o pasan mucho tiempo solas. Acompaña, proporciona seguridad y evita el aislamiento. Funciona a través de la línea telefónica y de un medallón o pulsera que la persona debe llevar consigo de modo permanente. Permite, en caso de emergencia, enviar una alarma a una central de atención y mantener abierta la comunicación telefónica mientras se gestiona la ayuda necesaria en situación de emergencia.

Hay muchas empresas que se dedican a este servicio, pero lo más prudente es dirigirse al Ayuntamiento en donde vive, Allí le atenderán con las mejores posibilidades y los requisitos necesarios.

La Teleasistencia Domiciliaria se lleva a cabo a través de Convenios de colaboración administrativa entre las Comunidades, los Ayuntamientos y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

La prestación directa del servicio es realizada por Empresas y Entidades contratistas, que cuentan con los medios materiales, humanos y tecnológicos adecuados y necesarios para la prestación del servicio. Son los Ayuntamientos y Mancomunidades quienes establecen y regulan la participación de los usuarios en el coste del servicio. Esta depende de los ingresos del solicitante pudiendo llegar a resultar gratuita la prestación el servicio.

Se tramita en el Centro Municipal de Atención Social Primaria que corresponda al domicilio de la persona interesada en el servicio.

Grado de discapacidad mínimo: 33. Es preciso obtener la puntuación mínima establecida en el baremo de acceso a la prestación que se establezca en su municipio. Tener capacitación física y psíquica suficiente que permita la correcta utilización del dispositivo. Tener teléfono operativo y suministro eléctrico. Garantizar la posibilidad de acceso a la vivienda en caso de emergencia.

La Teleasistencia es un servicio Preventivo de Asistencia Domiciliaria, inmediata y permanente, para la atención de las Personas Mayores, discapacitadas o con elevado nivel de dependencia, que satisface y moviliza los recursos tecnológicos y sociales necesarios para resolver cualquier situación de necesidad o emergencia y que tiene por objetivo mejorar la calidad de vida de los usuarios facilitando el contacto con su entorno social y ­familiar y asegurando la intervención inmediata en crisis personales, sociales o médicas para proporcionar seguridad y contribuir decisivamente a evitar ingresos innecesarios en centros residenciales.

Se puede distinguir varias modalidades de Teleasistencia teniendo en cuenta diferentes factores: según el tipo de accionamiento, según el tipo de respuesta y según el tipo de servicio. A su vez, el usuario también determinará la modalidad del servicio de teleasistencia.

Sistemas activos: Pulsación del Terminal o de la unidad de control remoto
Es la más común y la más conocida. Consiste en que el usuario activa la alarma de ayuda gracias al terminal instalado en su domicilio, que se encuentra conectado a la línea telefónica, o bien gracias a un dispositivo de control remoto que debe llevar consigo (puede ser un colgante, y también una pulsera). Aunque, en la actualidad, la alarma puede ser activada desde dispositivos móviles.
La alarma se activa cuando una función diaria no se lleva a cabo durante un cierto periodo de tiempo. Este sistema funciona por medio de sensores, alarmas, etc. Existe una clara diferencia entre los sistemas pasivos que alertan sobre una emergencia (por accidente del usuario, por fuego, humos, fuga de gas, hurto o intrusión) y aquellos que tienen como objetivo avisar de un fallo o avería del sistema: fallo de la tensión eléctrica, fallo de la batería de la unidad de control remoto, auto chequeo del sistema, etc.

Otro sistema: La central del servicio se pone en contacto con los usuarios en horas preestablecidas. Los motivos pueden ser varios: comprobar el estado del usuario, hacer un seguimiento tras una situación de emergencia, confirmación de los datos, comprobar el correcto funcionamiento del sistema, recordar al usuario fechas, citas, tomarse la medicación, etc.

El servicio se presta exclusivamente desde el centro. Los operadores reciben y atienden la llamada y dependiendo de las necesidades del usuario, movilizan los recursos adecuados para dar una respuesta eficaz a la demanda. Estos recursos pueden ser tanto públicos (policía, bomberos, 112, ambulancia, etc.) o bien personas de contacto del usuario (familiares, amigos, vecinos, etc.).

La Unidad Móvil completa los servicios prestados desde el centro de atención con la unidad a domicilio. La empresa que desarrolla el servicio, tiene las llaves de los usuarios (con su correspondiente autorización). De este modo en caso de emergencia, los profesionales de teleasistencia se pueden desplazar al domicilio del usuario: levantarlos en caso de caídas, abrirle la puerta al médico en caso que el usuario no se pueda levantar, etc.

Hay diversas modalidades según el tipo de asistencia.

Por urgencias vitales: El usuario requiere una atención y respuesta inmediata. Como, por ejemplo: caídas, desorientación, intoxicación, asistencia médica, quemados…

Por situaciones no críticas: El usuario requiere una atención y respuesta no inmediata. Como, por ejemplo: información, soledad…

Facilidades de Mensajería: Se definen servicios de mensajería entre los usuarios, el centro de teleasistencia y los familiares con intercambio de SMS, MMS para avisos, alarmas, recordatorios, petición de la localización de un familiar (si este lo permite) en casos de demencia, desorientación, para envío de mapas con la localización, información puntual, …

Automatización y Control: La monitorización de actividades de la vida diaria está basada habitualmente en el uso de sensores distribuidos en el entorno del hogar del cliente, y los eventos detectados tienen que ver con su actividad, caídas, salidas inesperadas del domicilio, etc.

Seguridad técnica: Se consideran los servicios de monitorización con capacidad de gestión de alarmas técnicas en el hogar como por ejemplo la actuación automática del sistema de detección por fuga de gas cortando la fuente de riesgo y avisando al centro de teleasistencia u otros. Control de Accesos: como la apertura de la puerta de la vivienda para el acceso en casos de emergencia.

Las funcionalidades englobadas dentro del servicio de telemedicina: Identificación del paciente, manejo de archivos de paciente (sistema de historia clínica, etc.) Seguimiento de constantes vitales específicas desde casa para enfermos crónicos y seguimiento en remoto por el médico y hospital de referencia. Tele-diagnosis en casos de emergencia: posibilidad de diagnósticos vía online. Sistemas indirectos de radiología digital, digitalización de imágenes por foto tradicional, sistemas de adquisición de imágenes diagnósticas y digitalización con archivo y comunicación (PACS) haciendo factible el acceso a las imágenes “en cualquier momento en cualquier parte”. Formación a distancia de cuidadores, familiares e incluso de los propios pacientes sin necesidad de desplazamientos. Disponer de Profesionales con formación específica para dar soporte psíquico y tratar la soledad en personas de edad avanzada

Los actores que intervienen en el servicio de teleasistencia son: Gestor del Servicio de teleasistencia: es la entidad pública o privada que proporciona el servicio al usuario final, previa homologación de este por la entidad que lo subvenciona. Es la empresa que dispone de los datos del usuario, con perfiles de los mismos y por lo tanto el conocimiento de las necesidades asistenciales en cada caso. Usuario: aquellas personas que reciben el servicio de teleasistencia como elemento de apoyo para su vida independiente. Cliente del servicio: persona o entidad que financia el servicio. Entidades que subvencionan todo o parte del servicio de Teleasistencia pueden ser: Administración Pública, IMSERSO, Ayuntamientos, Comunidades Autónomas… que estudian la situación económica, médica y social de la persona, sus capacidades y necesidades.

Si empleáramos, al menos, el mismo tiempo que en quejarnos y en descalificar a los servicios públicos, en informarnos donde es debido y compartir esa información, algo mejor nos iría en la vida. Este es mi testimonio.

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