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Emilio de Justo, que se presentaba en Albacete, salió a hombros
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Emilio de Justo, que se presentaba en Albacete, salió a hombros (Foto: Luis Sánchez Vizcaíno)

Albacete: De Justo, que salió a hombros, se merienda a Ponce y Perera

lunes 16 de septiembre de 2019, 21:24h
Una de las características de los festejos en Albacete, además de lo esencial que es la presencia del toro, es el descanso entre el tercero y el cuarto para degustar las buenas viandas de la gastronomía paisana. Y el lunes, Emilio de Justo, con una gran faena en el último que le valió para salir a hombros, participó a su manera en la merienda, comiéndose profesionalmente a dos figuras como Ponce, en mayor medida, y Perera, que se habían traído un encierro de una de sus divisas favoritas, la de Juan Pedro Domecq. La misma que había pegado un petardazo el año pasado. La misma que seguramente nos tragaremos el próximo. Y no olé.

La tarde se derrumbaba, como la mayoría de las toros otrora llamados artistas por su propietario, que se mantenían en pie con alfileres, aunque en el límite para no caerse de manera estrepitosa y ser devueltos al corral, que ya se encargaban los coletudos, matadores y subalternos, de cuidarlos. Y en eso salió en sexto lugar ‘Iracundo’, que no lo era –lo de iracundo-, pero sí albergaba en sus sangre la extraña condición –en este hierro- de la casta.

Lo vio desde el principio el debutante Emilio de Justo, que lo saludó con sentidas y mecidas verónicas antes de mostrar la gran clase muletera que atesora, pero le costó hacerse con el mando en la primera fase de redondos despegados. Pero poco a poco, las series de naturales profundos y de belleza inmarcesible, fueron a más y encendiendo las entrañas del cotarro.

Volvió De Justo a la derecha para enmendarse y tras otra tanda con la izquierda, tiró el estoque y festoneó luminoso toreo al natural. La labor habría sido maciza con un punto más de ligazón, pero el coletudo, en busca de la Puerta Grande, se tiró a matar o a morir, dejando un estoconazo hasta las péndolas que se sumó a sus méritos con la sarga.

La lección de toreo a Ponce, mayormente, y Perera, estaba explicada sobre el encerado del ruedo albaceteño, aunque ya había adelantado algo en su anterior enemigo, con percal –en un quite por ajustadísimas gaoneras fue prendido sin consecuencias- y flámula, con idéntico empaque al que mostraría al final, aunque con el desafuero de ciertos ventajismos, por supuesto no tantos como sus compañeros. Entre que el bicho se fue dejando sus escasísimas fuerzas y que el coletudo marró a espadas, se esfumó el trofeo.

La crónica del toreo debería concluir aquí. Porque un Ponce teatrero –más pendiente del público y alguno de sus comentarios críticos que no le gustaron –ya se sabe que as verdades duelen-, pasota, vulgar y superventajista nada hizo más allá de sus clásicas labores de enfermero en el que abrió funcióm. Que alcanzaron su culmen en el cuarto y se resumen así: un cadáver semoviente, el toro o lo que fuera aquello, versus posturitas y mentiras.

Al menos Perera se entregó a su modo con el segundo de la tarde, con el que inició su faena de rodillas con varios pases cambiados a los que sucedieron varias tandas con la suerte descarada y el arrimón final antes de fallar a espadas.Con la bazofia que salió en quinto lugar imitó a Ponce y anduvo más pendiente de lo que le espetaron en un par de ocasiones que de torear o lo que fuera aquello que intentó.

En definitiva que el debutante aquí, De Justo, quien a sangre y fuego y triunfando con las divisas duras de las que huyen los mandamases del escalafón, se los merendó aunque seguramente no le valdrá de otra cosa que el respeto de los mejores aficionados. El cacereño brilló y también su cuadrilla –Ángel Gómez, Morenito de Arles y José Manuel Pérez-, con los palitroques y bregando. Al igual que Curro Javier, Javier Ambel y Jesús Arruga, la de Perera


FICHA
Toros de JUAN PEDRO DOMECQ y 1º de PARLADÉ, bien presentados en general, aunque 3º y 5º más justos. Muy flojos, nobles y descastados excepto el último. ENRIQUE PONCE: división; división y saludos. MIGUEL ÁNGEL PERERA: ovación tras aviso; ovación. EMILIO DE JUSTO: ovación; dos orejas. Salió a hombros. Plaza de Albacete, 16 de septiembre. Casi lleno.

CRÓNICA DEL FESTEJO ANTERIOR

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