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'El sirviente': lucha de clases, atracción, manipulación psicológica y suspense
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'El sirviente': lucha de clases, atracción, manipulación psicológica y suspense

lunes 23 de septiembre de 2019, 16:50h

Mireia Gabilondo dirige en el Teatro Español ‘El sirviente’, una adaptación al teatro de una novela de Robin Maugham escrita en 1948 sobre las ambiguas relaciones de poder entre Tony Williams, un joven aristócrata que acaba de volver del frente, y Hugo Barret, un oscuro criado, con referencias inmejorables, pero envuelto en un halo de misterio que oculta su ambición inconfesable de poder. El inocente Tony está encarnado por Pablo Rivero, mientras que el inquietante y turbio Barret es Eusebio Poncela. Ambos están acompañados en escena por Lisi Linder, Sandra Escacena y Carles Francino.

La impecable traducción del texto ha corrido a cargo del escritor y dramaturgo Álvaro del Amo, y la dirección de Mireia Gabilondo mantiene la sucesión lineal de acontecimientos. Poco después de que Tony vuelva a Londres tras haber sufrido en África durante la II Guerra Mundial, es recibido en su casa por su antigua novia, Susan (Lisi Linder), y su viejo amigo (Carles Francino). Estos últimos tienen sus prevenciones frente al recién contratado y desconocido sirviente, pero el aristócrata, hombre vividor e indolente, cada día le parece más un ángel caído del cielo, un criado ideal al que perdona, incluso que le haya mentido introduciendo en casa a la que hace pasar por su sobrina, Vera (Sandra Escacena), aunque en realidad es su joven amante… (“¡Nada de agobios, Sr. Barret!”).

Ikerne Giménez ha diseñado la escenografía (una amplia estancia delimitada por una cortina transparente con dos cortes en ambos extremos, que dan salida al hall y al resto de la casa, respectivamente, de la elegante mansión que ha alquilado Tony), y ha vestido elegantemente a los personajes. El diseño de Iluminación de Miguel Ángel Camacho va convirtiendo paulatinamente un caserón desangelado en una estancia acogedora y de extraordinario gusto, gracias al sentido estético que, día a día, va desplegando Barret quien, además, es un cocinero de primera. Pero, entre acto y acto, suena esa música inquietante que ha compuesto Fernando Velázquez, que impide al espectador rebajar la tensión creciente que se va generando entre amo y sirviente a medida que avanza la función.

El sirviente fue llevada también al cine por Josep Losey en 1963 con guión de Harold Pinter, y protagonizada por Dirk Bogarde y James Fox. La versión teatral que ahora puede verse en el Teatro Español estará en sus tablas hasta el próximo 13 de octubre.

La propuesta, en fin, que podría encajarse dentro del llamado teatro comercial es correcta, pero no consigue quitar una cierta capa de polvo que contiene. Hay enfoques sobre temas que podrían ser actuales y que, sin embargo, no lo son. Es el caso, a nuestro juicio, de El sirviente, que ni siquiera consigue acrecentar su interés por el duelo interpretativo entre Poncela y Rivero.

‘El sirviente’

De Robin Maugham

Traducción: Álvaro Del Amo

Dirección: Mireia Gabilondo

Ayudante de Dirección y Regidor: Alexandru Stanciu

Reparto: Sandra Escacena, Carles Francino, Lisi Linder, Eusebio Poncela y Pablo Rivero

Diseño Escenografía y Vestuario: Ikerne Giménez

Ayudante Escenografía y Vestuario: Lua Quiroga

Diseño de Iluminación: Miguel Ángel Camacho

Diseño de Imagen, Fotografía y Arte Visual: Facundo Fuentes De La Oca / Sheila Pay

Composición Musical: Fernando Velázquez

Productor Ejecutivo: Lope García

Directora Producción: Carmen Almirante

Una coproducción de SEDA, Tanttaka Teatroa, La Cabaña Argentina y Facundo Fuentes de la Oca

Teatro Español, Madrid

Hasta el 13 de octubre de 2019

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