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La creatividad: ¿un talento innato o se puede aprender?

La creatividad: ¿un talento innato o se puede aprender?

jueves 17 de octubre de 2019, 13:27h

Seguimos pensando que las personas creativas son las que saben pintar y dibujar y por lo que hoy conocemos, la creatividad debe ser entendida como una forma distinta de inteligencia. El Instituto Cervantes homenajeó esta semana al grupo argentino 'Les Luthiers' por su aportación a la creatividad y que yo sepa, lo que más les caracteriza es el sentido del humor, el ingenio y la improvisación. Las emociones positivas como la risa ejercen una gran influencia sobre el procesamiento intelectual, la resolución de problemas, el razonamiento y las habilidades sociales. De hecho, nos volvemos más abiertos y flexibles y facilitan una solución “creativa” a los problemas que se nos plantean.

Según el educador (y Sir) Ken Robinson, la creatividad se define a partir de tres conceptos claves: la imaginación como fuente de creatividad, el proceso de generar ideas originales que tienen valor y la innovación. Gracias a la creatividad las organizaciones desarrollan procesos para ser competentes. Lo mismo ocurre en los centros educativos si se proporciona el ambiente adecuado para el desarrollo de esta capacidad.

Cuando nos preguntamos cómo la escuela mata la creatividad, la respuesta es la rigidez. Emociones negativas como el miedo al rechazo y a la crítica, van contra la creatividad. Debemos promover el fallo como parte del aprendizaje, como en el método científico: ensayo y error y obtendremos resultados. No nos va a salir todo a la primera, por eso el refuerzo también cuando lo intentamos conseguirá ayudarnos a ser valientes y atrevernos a equivocarnos. El aprendizaje se desarrolla a partir de la experiencia, como en la vida.

En todas las investigaciones las personas creativas confirman que les encanta lo que hacen, lo que debería hacer pensar a los docentes para incorporar estrategias que hagan posible que los alumnos disfruten aprendiendo. Entre otras cosas se debe desarrollar una metodología que motive el pensamiento creativo desde una edad temprana donde se disfruta conociendo cosas nuevas, tienen curiosidad por descubrir y por experimentar. El profesor creativo ayuda a los alumnos en las producciones divergentes, haciéndoles buscar distintos procedimientos, enfoques o soluciones a un problema. La posibilidad de manipular, observar y percibir de una forma activa fomenta lo creativo y ayuda a comprender los procesos en desarrollo. Otra vez el alumno como protagonista de su propio aprendizaje. Si además tiene la suerte de apasionarse por alguna disciplina o área, será un creador incesante en su empeño.

Para los que piensen equivocadamente que no son creativos, tengo buenas noticias: la creatividad se aprende. De hecho, todos los días lo somos adaptándonos y resolviendo con flexibilidad de pensamiento cada contratiempo ¿no les parece?

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