Torra exige una reunión a Sánchez tras los graves disturbios en Cataluña

El Govern de Quim Torra no ha condenado firmemente los graves disturbios que se sucedieron durante la quinta noche de protestas contra la sentencia del procés en Cataluña. Tras una reunión con los alcaldes de las provincias catalanas, a la que no ha asistido la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, Torra y el vicepresidente Pere Aragonés han exigido al presidente del Gobierno en funciones Pedro Sánchez que fije "hoy mismo un día y una hora para una reunión".

En una breve declaración institucional en la Generalitat, el presidente y el vicepresidente catalanes, Quim Torra y Pere Aragonès han cargado contra el Gobierno en funciones "por su falta de diálogo cuando la ciudadanía muestra su legítima indignación ante una sentencia injusta".

"Estamos en una situación gravísima por una sentencia con unas condenas que suman más de 100 años de prisión, que agrava el conflicto político y que no representa ninguna justicia. Que el Gobierno español pida a su Policía que actúe con la proporcionalidad que marcan los criterios de cualquier policía democrática", ha reclamado Aragonès, antes de asegurar que el Govern comprende "el enfado de buena parte de la población".

Torra ha instado al presidente del Gobierno en funciones Pedro Sánchez a que "fije hoy mismo un día y una hora para abrir una mesa de negociación para hablar y dialogar".

"Nosotros siempre hemos estado ahí y nunca nos hemos levantado de la mesa. La violencia nunca será nuestra bandera. Hacemos una llamamiento a la responsabilidad de todos los alcaldes y alcaldesas porque la violencia no nos representa. Quremos expresar nuestro sincero agradecimiento a las movilizaciones de apoyo a la causa catalana, que nos empuja a seguir trabajando para conseguir los objetivos democráticos. Que abran inmediatamente el espacio de negociación y diálogo. La causa de los derechos y libertades es imparable, llegaremos tan lejos como el pueblo de Cataluña quiera llegar", ha proclamado Torra.

Sus palabras llegan un día después de que la violencia alcanzase un nuevo nivel en Cataluña, después de una semana de protestas contra la sentencia del procés. La Via Laietana y la plaza Urquinaona fueron el epicentro de una batalla campal entre policías y radicales, que se saldó con 83 detenidos y 182 heridos.