Después de una semana de auténtico culebrón, ya está resuelto su desenlace: la disputa del Clásico Barcelona-Real Madrid que estaba programado para este sábado, 26 de octubre, se disputará finalmente el miércoles 18 de diciembre.
Por cuestiones de seguridad se pensó que lo mejor sería evitar posibles disturbios en la capital catalana y aplazar el encuentro, pero hallar una fecha se ha convirtiendo en un auténtico dolor de cabeza para Barça, Madrid, Liga y Federación, sobre todo por el enfrentamiento entre esta dos últimas instituciones, no tanto por los dos clubes, que en todo momento se han entendido al respecto.
Entre las fechas manejadas estaban también las del 4 y el 7 de diciembre, pero se ha preferido no alterar el calendario más y jugar este partido un miércoles en el que sólo había encuentros de la Copa del Rey entre equipos de Segunda División y categorías inferiores, no interfiriendo demasiado con el fútbol de élite.
Sin embargo, el 7 de diciembre hubiera supuesto acmbiar dos partidos, los del Madrid-Espanyol y el Barça-Mallorca, perjudicando a otros dos clubes en el proceso.
La opinión del Comité de Competición es que la mejor fecha era la del 18, pero la Liga se había quejado y no quería perjudicar a clubes de Segunda División ni a los de Primera que juegan el lunes 16.
La FIFA poco podrá decir, pero tampoco le gustaba que se jugase el día 18 de diciembre porque ese día habrá partidos del Mundialito de clubes, por lo que se desplomará la atención mediática y las audiencias de televisión en beneficio del Clásico del fútbol español.
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