‘Hombres que escriben en habitaciones pequeñas’. Las cloacas del poder

Antonio Rojano firma el texto, una parodia imaginativa, carpetovetónica y futurista, de un departamento del Centro Nacional de Inteligencia (el opaco y temido CNI), Víctor Conde dirige el montaje, y cuatro magníficos actores le ponen cuerpo, energía y afán: Esperanza Elipe, Secun de la Rosa, Cristina Alarcón y Angy Fernández. Los seis forman el núcleo duro de ‘Hombres que escriben en habitaciones pequeñas’, una divertida comedia que puede verse hasta el domingo 17 de noviembre en la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero.

Espionaje, contraespionaje, un viaje al futuro a través de un extraño y doméstico artefacto, la literatura y el miedo a un tiempo lleno de dudas -el que nos ha tocado vivir-, se dan cita en esta propuesta sorprendente e inédita de Antonio Rojano que Víctor Conde sitúa en un subsótano totalmente empapelado de recortes de prensa (las paredes y el suelo están ocultos tras ellos), mapas pegados con las viejas chinchetas y una tela de araña que forma el hilo rojo que parece sostener todo ese artefacto documental e informativo. La escenografía, que es obra de Bengoa Vázquez, ha sido sutilmente iluminada por Lola Barroso, y Anaïs Zebrowski ha diseñado el vestuario.

La fábula imaginada por el dramaturgo sitúa a un escritor de tres al cuarto, autor de novelas que apenas leen sus amigos y compañeros de la hamburguesería en donde trabaja, que es secuestrado y llevado contra su voluntad a un lugar desconocido. El lugar en cuestión es el sótano que sirve de oficina a tres mujeres relacionadas con el CNI, especialmente dedicado al estudio y análisis de expedientes escritos en lenguas extranjeras e informes censurados. A las tres espías les parece que este hombre es la figura clave para proyectar y ejecutar un magnicidio con el que, probablemente, se desvíe el curso de la historia…

Una estupenda Esperanza Elipe cuaja la figura de un personaje decidido a ejecutar el plan (“…matar está sobredimensionado”), manejando con ironía la información justa para que las fisuras no hagan mella en el grupo. Secun de la Rosa encarna a un modestísimo escritor que se autoedita en Amazon, y a quien ha dejado su mujer y acaso esa misma circunstancia le ha abocado a destapar su imaginación y pergeñar novelas que, si son como la que cuenta al público de la Sala de la Princesa, pronto va a cambiar su sino. Cristina Alarcón, perfecta en su mujer responsable, cumplidora, contenida y eficaz. Y, por último, Angy Fernández resuelve también con gracia y simpatía a esa becaria rebelde y subcontratada para hacer traducciones de chino (un idioma que ha aprendido en una academia de Usera), que siempre cobra tarde y mal, aunque eso no le impide cantar aquello de “mi querida España, esta España viva, esta España muerta…”, el viejo himno que Cecilia cantaba en los albores de la Transición.

El espectador que guste de la intriga, el espionaje, la ficción o la parodia se sentirá como en casa en estos ‘Hombres que escriben en habitaciones pequeñas’, una comedia que busca en el divertimento un retrato sociológico del momento de incertidumbre que se vive en este país durante el primer cuarto de siglo, en donde ya nada es como era.

‘Hombres que escriben en habitaciones pequeñas’

Autor: Antonio Rojano

Director: Víctor Conde

Reparto: Cristina Alarcón, Esperanza Elipe, Angy Fernández y Secun de la Rosa

Escenografía: Bengoa Vázquez

Iluminación: Lola Barroso (AAI)

Vestuario: Anaïs Zebrowski

Espacio sonoro: Manolo Rodríguez

Ayudante de dirección: Cris Lozoya

Fotografía: marcosGpunto

Diseño de cartel: Javier Jaén

Coproducción: Centro Dramático Nacional, Entrecajas Producciones Teatrales, Avance Producciones y García-Pérez Producciones

Teatro María Guerrero, Madrid

Hasta el 17 de noviembre de 2019