El cambio en la dirección de Ciudadanos podría condicionar los pactos con PP y Vox en varias regiones y ayuntamientos

El polémico acuerdo a 3 bandas entre PP, Ciudadanos y Vox en autonomías como Andalucía, Madrid o Murcia, así como en ayuntamientos como el de la capital, podría someterse a debate en los próximos meses.

El cambio en la dirección de Ciudadanos, una vez retirado del juego Albert Rivera, hasta ayer su presidente y figura clave, podría condicionar los pactos con estos 2 partidos de centro-derecha en varias regiones y municipios, dentro de un contexto de cambio de rumbo para regresar al centro político, hecho que se señala como la gran causa de la debacle electoral.

Ciudadanos ha pasado de 57 a 10 escaños en tan sólo 6 meses y medio, y en todo este tiempo, lo que ha ocurrido es que la formación naranja pactó con PP y Vox, imponiendo un cordón sanitario contra el PSOE, que ganó las elecciones autonómicas de mayo en comunidades como Madrid, Castilla y León o Murcia. Pero en lugar de optar por una vía más progresista, los de Rivera se inclinaron por castigar a Pedro Sánchez y aislar a los socialistas. Pero, además, para conseguir desbancar al PSOE echaron mano de un tercer partido como era Vox, lo que no gustó a parte de sus bases y tampoco a algunos de sus dirigentes, que fueron abandonando poco a poco el partido.

Voces discrepantes criticaron la radicalidad con que Rivera se inclinaba a la derecha y aunque denunciaron públicamente este giro, terminaron escaldados y salieron del Consejo Ciudadano, que finalmente edificó Rivera a su imagen y semejanza, con fieles que no le toserían por tomar sus decisiones.

Sucesores

Entre ellos estaban Ignacio Aguado e Inés Arrimadas, que ahora suenan como los dos grandes candidatos a suceder a su ex jefe. El economista Luis Garicano sería el tercero en liza, pero éste sí ofreció críticas al giro derechista de Rivera, aunque desde Europa, ya que en mayo fue el candidato del partido al Parlamento de Estrasburgo.

Cambiar la estrategia de pactos y dejar de acercarse a la derecha supondría varias novedades: desbloquear la investidura de Sánchez votando incluso a favor del socialista para que éste no tenga que depender tanto de los partidos independentistas y nacionalistas para luego hacer oposición en el Congreso desde su posición liberal. Y, como segunda pero más improbable opción, romper algunos de los pactos con PP y Vox para volver a gobernar con los socialistas. No es descabellado: en Ceuta Eduardo de Castro es presidente-alcalde de la ciudad gracias al PSOE y CpM y desbancó al PP de Imbroda. Tampoco se olvida el gesto de Manuel Valls en Barcelona, al margen de la voluntad de Rivera, claro está.

De momento, Aguado no ha dado pie a especulaciones a este respecto, ayudando a la presidenta madrileña, la 'popular' Isabel Díaz Ayuso, a no tener que comparecer en la comisión de investigación en la Asamblea de Madrid sobre el 'caso Avalmadrid', donde Ayuso aparece como sospechosa de haber beneficiado a su familia con un préstamo de esta entidad regional.