La hemeroteca a veces es especialmente cruel con algunos protagonistas de la actualidad. Y es que resulta que en 2014, cuando Pedro Sánchez comenzaba a destacar como líder socialista haciendo oposición al por entonces presidente Mariano Rajoy, arremetía con mucha fuerza contra Podemos, el partido con el que ahora ha pactado un gobierno de coalición.
Que Sánchez siempre despreció a Pablo Iglesias no es noticia, pero sí recordar las palabras exactas empleadas en el pasado. Curiosamente, en 2016 el por entonces vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, pedía al líder del PSOE que no llegase a un acuerdo con la formación morada y le recordaba justo que dos años antes, en 2014, había dicho que "jamás" pactaría con Podemos porque "es populismo bolivariano y sus políticas conducían al corralito y a la cartilla de racionamiento y crearían pobreza en España".
Las mismas expresiones que emplea ahora Santiago Abascal, líder de Vox, el más duro ayer martes a la hora de calificar el acuerdo entre socialistas y morados para el próximo Ejecutivo de la nación. El ultraderechista ha dicho que con este pacto, España sufrirá los mismos males que la Venezuela chavista y comunista.
Esa hemeroteca ofrece perlas de Sánchez, quien el 19 de octubre de ese 2014, afirmó que su único "adversario" era el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, agregando que si para otras formaciones políticas como Podemos lo es él, "ellos sabrán". Fue al atender a los medios de comunicación, en el marco de su visita a una agrupación de los socialistas en Coslada (Madrid), donde estuvo acompañado por el entonces secretario general del PSM, Tomás Gómez, al que luego defenestró. Añadiendo que el PSOE cuestionaba las "propuestas económicas" de Podemos.
Todavía más rotundo había sido el secretario general socialista unos días antes, cuando se hartó de decir a todo el que le preguntaba que su partido "no pactará con el populismo", en referencia a las elecciones autonómicas y municipales que iban a celebrarse en 2015. Sin embargo, sí hubo meses después pactos con Podemos, como por ejemplo para sostener los gobiernos socialistas en Castilla-La Mancha y Aragón. También el PSOE apoyó a su vez a Manuela Carmena para que fuera alcaldesa de Madrid.
No se queda ahí. Sánchez insistió rotundamente también en una reunión con empresarios del Insituto de Empresa Familiar (IEF) que no pactaría con Podemos porque "no compartían programa" y porque esta formación "ofrece soluciones falsas a problemas reales". Añadiendo aún con mayor claridad que Podemos no encajaba en su programa: "No podemos pactar con los que amenazan el Estado del Bienestar".
En 2014 también criticaba "los costes de no pagar la deuda pública que el populismo propone", en referencia a las propuestas electorales de Podemos.
En 2017 también seguía criticando a Podemos comparándoles con la amenaza de la ultraderecha:
En 2017, cuando su partido le apartaba como secretario general, concedió entrevistas donde ofrecía un perfil más de izquierdas y en el programa 'Salvados', en una entrevista concedida a Jordi Évole, le dijo que se arrepentía de su postura anterior porque no supo '"entender el movimiento que había detrás de Iglesias, la cantidad de gente joven que quiere renovar la política" y que "ese impulso es muy necesario para el PSOE". Afirmaba que "tiene que haber más entendimiento y cooperación entre Podemos y el PSOE".
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