El partido que crecía con cada cita electoral pasó a ser el partido que casi desaparece en las urnas. El estrepitoso batacazo de Ciudadanos el 10-N dejó a los 'naranjas' agonizando y se llevó por delante a su líder, Albert Rivera. Mientras el partido trata de digerir los resultados y decide su posición en el tablero político, aguarda la designación de una nueva Ejecutiva con un solo nombre en todas las quinielas: Inés Arrimadas.
La diputada 'naranja' llegó al Congreso tras haber logrado imponerse en las elecciones catalanas ante los partidos independentistas, consiguiendo por primera vez la victoria de Cs en la región. Sin embargo, su triunfo se quedó en los titulares de aquella noche electoral, ya que la suma de las formaciones soberanistas arrojaba mayoría absoluta en el Parlament.
Arrimadas decidió entonces dar el salto a Madrid, para concurrir a las elecciones de abril y convertirse en la portavoz del grupo parlamentario. En aquella ocasión, los 'naranjas' se alzaron como tercera fuerza política, pisando los talones al PP. Ante la (casi) obsesión por el sorpasso a los 'populares', Rivera trató en erigirse en líder de la oposición y levantó un veto contra el PSOE de Pedro Sánchez. El insistente 'no' a cualquier acuerdo con los socialistas terminó pasando factura al partido, que comenzó a desangrarse por dentro y por fuera.
Tanto es así, que estuvieron a punto de firmar su 'sentencia de muerte' el 10-N, cuando se quedaron con 10 escaños en el Congreso y sin líder. Y es que el 11 de noviembre, Rivera asumió el mensaje de los ciudadanos y decidió retirarse del partido y de la vida política. En ese momento, Arrimadas sabía que el testigo quedaba en su manos, tras haber sido una de las más cercanas al político catalán y su nombre ya sonaba entre quienes hablaban de renovación en Cs.
Una semana después del adiós de Rivera, la política confirmó el gran secreto a voces: será candidata a la presidencia de Ciudadanos en las primarias. El partido 'naranja' se tomará su tiempo para reconfigurarse y rearmarse tras la derrota, y no será hasta marzo cuando se elija a la nueva dirección. Precisamente en esas fechas saldrá de cuentas Arrimadas, que confirmó durante la campaña electoral que está embarazada de su primer hijo.
Arrimadas tiene ante sí la ardua tarea de 'resucitar' el partido si no quiere que termine integrado en el PP, que ya ve la absorción como una alternativa posible, o que desaparezca como le ocurrió en su día a UPyD.
Hasta ahora, solo ella ha dado un paso al frente y posibles rivales que aparecieron como aspirantes en las primeras horas, Ignacio Aguado y Luis Garicano, ya se han desmarcado de esa carrera interna, apoyando públicamente a la catalana nacida en Jerez de la Frontera.
Si no hay sorpresas, que prácticamente están descartadas, Arrimadas será la primera mujer candidata con posibilidades reales de ser también la primera presidenta del país. Sin embargo, ha tenido antecesoras y en estos momentos hay varias dirigentes mujeres de partidos en España.
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